Ed Impresa Vanina Boco 09/06/2023

Rosario siempre estuvo cerca: la ciudad que parió legendarias figuras

La ciudad de Lionel Messi, Ángel Di María, Fito Paez el Negro, Fontanarrosa y tantos más nos muestra sus paisajes, sus paseos, su río y todo lo que tiene para ofrecer a los turistas.

Monumento a la bandera: La obra más emblemática de Rosario. - Foto: Vanina Boco

  

Especial para La Nueva Mañana

Ya lo dijo y cantó Fito Páez y es que teniendo a la ciudad santafesina a tan solo 400 kilómetros de Córdoba (por autopista), resulta tentador darse una vuelta para visitar la cuna de la bandera y de tantas estrellas deportivas y artísticas de trascendencia nacional e internacional.

Hacía mucho tiempo que no visitaba Rosario y convengamos que las noticias que recibimos habitualmente no son las más alentadoras para posicionar a la ciudad como un destino turístico.

Pero afortunadamente, Rosario es mucho más que eso que se percibe en las pantallas y está repleta de propuestas de todo tipo. Por eso, me parece que vale la pena contarles y mostrarles la otra cara de la ciudad.


Monumento Nacional a la Bandera

Para arrancar con la visita, nada mejor que ir a un clásico que sí o sí hay que conocer, una parte de la historia de nuestro país: el Monumento Nacional a la Bandera. 

Esta es la obra más emblemática de Rosario y está ubicada al borde de la ciudad, casi como un paso entre lo urbano y lo natural, en este caso representado por el Río Paraná. 

Allí, en 1812, Manuel Belgrano izó por primera vez la bandera argentina. Y, en 1940, mediante un concurso nacional, se seleccionó el proyecto de los arquitectos Ángel Guido y Alejandro Bustillo con los escultores Alfredo Bigatti y José Fioravanti para levantar una obra que conmemora este hecho histórico. 

Una gran explanada donde a los costados se ubican esculturas de Lola Mora, un mural de aquel suceso, la llama votiva y el monumento forman parte de este lugar. De fondo, el inmenso río. 

 


La costanera

Estando a pocos pasos del río, es inevitable acercarse a recorrer y admirar de cerca a ese custodio caudaloso que tiene la ciudad.

Encontré una costanera moderna, recuperada y limpia. Era media mañana y la gente andaba haciendo deporte, caminando, paseando sus perros, o simplemente charlando. 

A lo largo de la costanera quedaron algunos galpones que pertenecían al puerto y que han sido recuperados para realizar allí distintos tipos de actividades culturales.


Museos imperdibles

También aproveché para visitar algunos museos que me llamaron mucho la atención y que son totalmente gratuitos.

En primer lugar, ubicado en pleno Centro, fui al Museo Internacional de la Democracia. Apenas entrás este lugar impacta porque es un antiguo palacio que fue levantado entre 1923 y 1927 por el empresario Juan Fuentes.

Un edificio en el que aún viven distintas familias y que en su planta baja albergaba un restaurante donde se juntaba la aristocracia de la época. 

Hoy, allí funciona el museo que además de haber sido reconstruido y puesto en valor, cuenta con muestras permanentes y temporarias relacionadas a temáticas como derechos humanos, esclavitud y migraciones.

Bandera argentina firmada por todos los presidentes elegidos por el voto popular desde la vuelta de la democracia en el Museo Internacional de la Democracia. Foto: gentileza

Una escalera reluciente te deja frente al lujoso salón donde la muestra principal exhibe gigantografías de personas que representan algunos puntos de la Declaración Universal de los derechos humanos, junto con un objeto que los representa. 

Algunas particularidades: en la muestra sobre esclavitud hay una app donde debés responder algunas preguntas sobre tus usos y costumbres y luego te entrega un papel calculando cuántas personas esclavizadas trabajaron para que tengas eso. En otro sector, hay una bandera argentina firmada por todos los presidentes elegidos por el voto popular desde la vuelta de la democracia.

Para conocer el arte rosarino, me llegué al Museo Municipal de Bellas Artes Juan B. Castagnino. En este edificio se reúne la obra de distintos artistas de la ciudad, separados en salas de acuerdo a las temáticas que abordan. ¡Todo un descubrimiento!


Messi, Di María y Fontanarrosa

Como todo el mundo sabe, Rosario también es la cuna del astro del fútbol (y campeón mundial), Leo Messi y esto forma parte de un gran atractivo turístico: el Circuito Messi.

El recorrido recupera los espacios que lo tienen como protagonista: desde el mural de 69 metros de altura, su barrio, su escuela, el potrero, clubes por los que pasó y hasta el salón de eventos donde se casó. Todo lo que nutrió a “La Pulga” y que hace que todavía elija volver a su lugar de origen.

En el Bar El Cairo, Fontanarrosa sigue teniendo su espacio destacado.  Foto: gentileza.

Pero Messi no es la única estrella en el firmamento rosarino, Ángel Di María también tiene su circuito, con visitas a su barrio, los clubes y hasta la Catedral donde eligió casarse.

Si hablamos de literatura, “El Negro” Fontanarrosa mencionó hasta el hartazgo el Bar El Cairo donde se reunía “la mesa de los galanes” que hoy sigue teniendo su espacio destacado. Una esquina emblemática que sí o sí hay que visitar como homenaje a este tremendo escritor. Pero además, “El Negro” también tiene su circuito armado.


Olmedo, el Che, la Trova y… se viene Fito

También tienen su circuito Olmedo, el Che Guevara y la Trova rosarina. Solo está pendiente y se está trabajando para el Circuito Fito Páez, que con el éxito de la serie, el público lo está pidiendo.

“Afortunadamente, acá somos más los buenos”, me dijo alguien en Rosario, y me quedé con eso. Una ciudad que atraviesa una crisis, pero que aún así lucha por mostrar todo lo bueno que tiene como su gente, su paisaje, su historia, sus personalidades destacadas, sus paseos… Porque Rosario es mucho más que lo que se muestra en las noticias policiales.

  

  


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