El DT Javier Gandolfi pateó el tablero en el buen sentido de la palabra a la hora de configurar al equipo titular, con varios cambios, pero sobre todo,  aplicando a varios refuerzos. Por ejemplo, Matías Catalán recibió indulto de su rebeldía durante la negociación de su contrato y arrancó de titular. Portillo fue ubicado de lateral izquierdo, posición donde no es natural. Y Ramón Sosa hizo una suerte de andarivel por derecha, casi como extremo. No estuvieron desde el arranque ni Diego Valoyes, recientemente reintegrado de su gira con la Selección de Colombia, ni Rodrigo Garro. 

Esa etapa le perteneció ampliamente a Atlético Tucumán, pero sin profundidad ni jugadas claras aunque eso no quita que hayan sido dominadores del trámite. En esa etapa en contadas ocasiones el Albiazul pudo llegar al arco rival. 

En el complemento, la tuvo Michael Santos de entrada en un centro cruzado aunque demoró en la definición, como para dejar en claro que Talleres seguía en partido y no renunciaba a ganar. Cambió la actitud el equipo, empezó con otra mentalidad encontró más respuestas, luego de una etapa adversa. Gandolfi sacó a un muy quejoso Santos para que ingresara un muy inspirado Nahuel Bustos para empezar a decir presente. 

Y llegó la apertura del marcador: pase profundo de Villagra para Sosa, el paraguayo frenó la pelota y con inteligencia la tiró al medio para que a la carrera, Francisco Pizzini doblegara al arquero visitante, desde la puerta del área.

Ese gol dejó a Atlético Tucumán al borde del colapso, como que fue más psicológico que otra cosa, algo que supo aprovechar el elenco de barrio Jardín. Sobre todo porque lo coronó con un gol de Bustos, en el regreso del hijo prodigio. Remate con un exquisito tiro libre y festejo, para  liquidar el pleito. 

Sin ser brillante, con más eficacia que otra cosa, Talleres recupera la memoria en el campeonato. Cuando tuvo sus creativos en cancha fue más vistoso. Le cambiaron la cara al equipo tanto Garro como Bustos, supo el albiazul golpear y aguantar  y por eso tapa la derrota del debut ante Independiente  y de paso, vuelve a creer que se puede.