Instituto jugó bien y logró un triunfazo ante Chacarita en el Monumental

Triunfazo de Instituto. Una victoria que se necesitaba y que invita a continuar con las ilusiones a los hinchas albirrojos que llenaron el Monumental.

Por la fecha 17 de la Primera Nacional, la "Gloria" superó por 2-0 a Chacarita en un duelo clave para sus pretensiones.  

 Y el elenco que conduce Lucas Bovaglio lo jugó como tal. 

A los 14’ abrió el marcador Gabriel Graciani, de penal. Un penal tras una clara falta a Mazzola, que peleó hasta el final una pelota. Una muestra de las intenciones albirrojas en Alta Córdoba frente a “Chaca”.

Dos minutos después Jorge Carranza tuvo otra gran atajada… y van. Y esa atajada sirvió para darle contexto a la jugada siguiente, donde Giuliano Ceratto, con un tremendo remate desde afuera del área, a los 17, clavó un golazo muy celebrado.

El golazo de Ceratto sacudió al visitante. Y la “Gloria” no lo dejó reaccionar. Los “Funebreros” se pusieron desprolijos y abusaron de la fricción. En Instituto apareció Graciani para dar claridad.

La diferencia podía haber sido mayor en la primera etapa, ya que a los 45' Nicolas Mazzola tuvo una chance clara y el arquero Federico Losas estuvo rápido de reflejos.

El complemento Instituto lo supo jugar. Reguló, aguantó y cuando pudo atacó. Atravesó diversas situaciones, pero logró exponer una cierta presencia que le hiciera no hacer peligrar el resultado. Y cuando Chacarita logró romper algunos bloques, los dos centrales (Parnisari y Alarcón) más Carranza supieron resolverlo.

A los 28’ el palo le negó, otra vez, el grito a Nicolás Mazzola. El artillero albirrojo las corrió y peleó a todas. Se desmarcó, buscó ser socio de Molina, se autogestionó jugadas; pero la efectividad le está jugando en contra en el torneo.

El pibe Gregorio Rodríguez, a los 35’, se fabricó una jugada eludiendo rivales y su remate se fue besando el palo derecho del arquero visitante.

La “Gloria” tuvo para ampliar. Lo que significa que mostró una evolución con respecto al último partido. Y logró una victoria que lo vuelve a meter en la pelea.