Al mirar los últimos acontecimientos sociales-políticos, sobre todo lo que ocurre en la Coalición de Gobierno, nos queda una profunda preocupación.

El FDT, herramienta que nos permitió dejar atrás el gobierno “PRO-UCR”, que tanto mal nos hizo y renovar las esperanzas de “volver mejores”, vive una clara tensión interna.

La oposición aprovecha  esta tensión y busca profundizar las heridas.

Muchos de los propios sostienen que  cuanto más horaden la figura de Alberto, como uno de los vértices de la coalición, más le suman a Cristina.

Creemos que en esa dinámica el daño es para todes, y de manera crucial, para el campo popular. 

La sociedad en general siente que la inflación es imparable y dramática. Y obvio, la responsabilidad se descarga en los que gobiernan. Creemos, junto a muchos  sectores sociales y políticos, que la unidad del FDT es más necesaria que nunca. 

Son tiempos de grandeza ética.

De proponer sin soberbia, de escuchar con atención, de imaginar salidas.

Por eso es  urgente y necesario crear espacios reales donde cada sector del FDT pueda expresar su mirada, sus observaciones criticas, sus aportes. Donde todos se sientan escuchados  y respetados.                                                                              
La herramienta política está zarandeada, pero puede resistir.

Creemos que es posible si tenemos la capacidad de incluir con las diferencias y aceptando las tensiones internas.

Creemos que es de sabios ceder un poco para avanzar mucho más.

No podemos permitir, cuando en Latinoamérica han  asomado gobiernos populares,  y con probabilidades de que surjan otros más y formar nuevamente la patria grande, que regrese a la Argentina, otra vez, un gobierno que daño al país de muchas formas.

Es por eso que nos toca consolidar el gobierno actual sabiendo que “…si entre ellos se pelean…” perdemos todes.