Ed Impresa Flavio Colazo 17/12/2021

El destino de los migrantes define el destino de la humanidad

En el Día del Migrante, que se conmemora este 17 de diciembre, desde La Nueva Mañana entrevistamos a dos voces altamente involucradas en la problemática migratoria.

El Papa Francisco se refiere al tema con palabras estremecedoras como: “El mar Mediterráneo es el cementerio más grande de Europa” y “La crisis humanitaria de los migrantes es la mayor desde la Segunda Guerra Mundial”.

 

 

Especial para La Nueva Mañana

Duval: “La historia de la migración es la historia misma de la humanidad”

Martín Arias Duval  estuvo a cargo de la Dirección Nacional de Migraciones desde 2007 y hasta 2015.

¿Qué ha cambiado, para bien o para mal –a nivel global y nacional- desde aquella motivación inicial que llevó a instituir esta fecha en el calendario de las conmemoraciones? 

-A nivel global y nacional, cada vez más se advierte la presencia de discursos xenófobos y refractarios a la inmigración, que ven en los extranjeros (“los otros”)  como amenazas a la seguridad y a la salud pública, y los responsabilizan por las dificultades en el acceso al mercado laboral de la población nativa. Claro está que sin demasiados fundamentos, y sobre la base de prejuicios que no encuentran respaldo en los datos de la realidad.  En la República Argentina el 4 de septiembre de 1812 se firmó el Primer Decreto sobre el fomento de la inmigración. El Día del Inmigrante ha sido instituido por Decreto 21.430/1949 por el Presidente Juan Domingo Perón.

¿Cómo evalúa la evolución en el área –en Argentina- desde que dejó la función pública hasta el día de hoy? 

-Lamentablemente no ha habido evolución sino retroceso. Durante la gestión del gobierno de Cambiemos, por un posicionamiento político alineado, precisamente, a los discursos hegemónicos refractarios a la inmigración. Creo que también por una concepción distinta sobre el rol del Estado que, en vez de garantizar o ampliar derechos a los ciudadanos (utilizo el término ciudadano en sentido amplio), se ocupó de imponer reglas estrictas a las que esos ciudadanos debían adaptarse. En ese sentido, creo que no eran las necesidades de la población las que determinaban las políticas públicas y las prácticas desde el Estado, sino los intereses de quienes ejercían el poder real en nuestro país. Durante la gestión del actual gobierno, creo que es destacable la derogación del DNU 70/2017 que trajo mucho sufrimiento a la población migrante, pero es preciso reconocer que no se hicieron demasiados avances, ya que la pandemia hizo que la Dirección Nacional de Migraciones (DNM) tuviese que volcar gran parte de sus recursos a llevar a cabo las acciones dispuestas desde el Poder Ejecutivo, para prevenir y mitigar los efectos de la emergencia sanitaria. Para poner algunos ejemplos: desde el año 2015 que no hay inversión tecnológica en la DNM, y aún no se pudieron mejorar los estándares que se habían alcanzado en orden a la rápida asignación de turnos y resolución de trámites. La implementación del sistema Ra.D.Ex. (Módulo de Radicación a Distancia para Extranjeros) durante el gobierno de Mauricio Macri, sin protocolos adecuados y con tecnología probablemente obsoleta, generó múltiples inconvenientes y demoras que aún hoy no fueron superados.

¿Cuáles próximos pasos, en el tema “migrantes y refugiados”, a nivel global- para bien o para mal-, espera y promueve? 

-Creo que -gracias en gran parte al incesante llamado de atención al respecto del Papa Francisco-  la cuestión migratoria pasó a tener un papel preponderante en la agenda global y en la de muchos países; pero aún no se observan acuerdos claros sobre cómo afrontar la crisis que migratoria que se irá agravando con el paso de tiempo como consecuencia de múltiples factores. Me parece relevante que los países reconozcan que la causa de la migración tiene estrecha relación con las asimetrías existentes en las naciones y en particular en ciertas regiones. Generar oportunidades para el desarrollo de los países menos desarrollados (institucional y económicamente hablando) es el camino inicial para abordar el problema, siempre que los países asuman que existe una corresponsabilidad de estos en el desarrollo equitativo de las naciones. Tener como eje esta perspectiva y acompañarla de medidas de corto y mediano plazo como pueden ser sistemas de facilitación de tránsito fronterizo y de regularización documentaria es fundamental para contener la crisis que cada vez crece más.

La política nacional para los migrantes acaba de recibir un fuerte revés judicial  -en el caso Huang- por parte de la Corte Suprema… ¿Qué reflexión le merece este fallo? 

-Estoy al tanto del caso y no coincido con la interpretación de la Corte del artículo 61 de la ley 25871. Hasta el año 2015 por lo menos, cuando se presentaban casos de extranjeros en territorio nacional que no habían registrado su ingreso regular al país, lo que se hacía era conminarlos a regularizar su situación migratoria, ya que no se trataba de personas que habían cometido delitos. El modo en que se resolvió este caso abre la puerta a que se equipare una situación de irregularidad administrativa con la de una persona que cometió un delito y claramente son supuestos absolutamente distintos. 

El otro riesgo que conlleva el fallo es que se produzcan situaciones de abusos o de “excesos de legalidad” que  generen nuevos bolsones de exclusión social obligando al migrante -que no tiene ingreso regular- a esconderse de la autoridad estatal por miedo a ser expulsado, cuando lo que se pretende es que el Estado esté en condiciones de integrarlo, además de conocer quién es, de dónde viene, dónde vive y si tiene o no antecedentes criminales.

¿Cuáles son los desafíos en materia de migrantes y refugiados que usted piensa que –en lo inmediato, y mediato- deberán afrontar nuestro país y la Región? 

-Vencer los miedos y los prejuicios, mejorar los procesos y prácticas de las autoridades migratorias, y consolidar la integración regional. La historia de la migración es la historia misma de la humanidad. El destino de los migrantes definirá el de la humanidad.


Lauría: “La Comisión se ocupa de sostener  integridad física y espiritual de los migrantes e itinerantes”

Flavio Lauría es secretario de la Comisión Episcopal de la Pastoral de Migrantes e Itinerantes.

¿De qué se ocupa esta Comisión? ¿Cuáles personas son consideradas como “itinerantes”?

- La Comisión de Migrantes e Itinerantes está formada por un grupo de obispos de la Iglesia Católica. Su función es la de acompañar a los migrantes buscando su acogida y protección, y la promoción de sus derechos para una plena integración en la sociedad. Itinerantes son, por ejemplo, los marinos quienes deben viajar constantemente; itinerante es toda aquella gente que se ve obligada por trabajo –no por placer- a un incesante desplazamiento, fundamentalmente la Comisión se ocupa de sostener  integridad física y espiritual de esas personas.

¿Con qué fin se instituyó el Día del Migrante? ¿Esta implementación ha propiciado algún avance positivo en esta problemática?

-El Día Internacional del Migrante fue instituido en diciembre del año 2000, a fin de dar a conocer en todo el mundo el fenómeno migratorio y sobre todo dar a conocer las vicisitudes que las personas viven al momento de emigrar. Al día de hoy, sin duda que se ha tomado más conciencia, pero en la mayoría de los países, las políticas implementadas no llevan a una total integración de la población migrante.

¿Qué avances -para migrantes y refugiados dentro de la iglesia argentina- podrían considerarse significativos? 

- La Iglesia en Argentina y América Latina ha tomado conciencia desde un principio de la asistencia humana y cristiana que debe brindarse a todo migrante y refugiado, desde su país de origen hasta la total integración en el país de destino. A lo largo de las décadas ha sabido organizarse a través de sus instituciones, y el llamado de Papa Francisco en estos últimos años, ha fortalecido cada vez su acción, comprometiendo a congregaciones y distintos organismos a involucrarse más seriamente en esta tarea.
 
Habida cuenta de la incesante preocupación que muestra el Papa Francisco por el tema de migrantes y refugiados… ¿Cuáles avances en el tema a nivel global avizora? 

- Sin lugar a dudas, la gran motivación que el Papa Francisco ha manifestado en estos años, ha sabido colocar en el escenario de los distintos gobiernos y organismos internacionales la preocupación por la gobernanza en el tema migratorio: en esto ha habido un gran avance. Hemos visto, sin embargo, que los flujos de migración y búsqueda de asilo han aumentado y, en muchos casos, despertado sentimientos de discriminación, dejando a la deriva poblaciones enteras de migrantes en distintas latitudes del mundo. Acciones concretas en pos de mejorar esta situación, no son suficientes.

¿Cuál es – y será- el rol de la Iglesia en atención a sus previsiones sobre el tema para Argentina y la Región? 

-Según las previsiones, los flujos de migrantes venezolanos seguirán en aumento constante. Los principales desafíos son la protección de los derechos de quienes han arribado y su paulatina integración en la sociedad de la Región. 

La Iglesia deberá cada vez más articular en red todas sus potencialidades: comunidades de base, parroquias, organismos de Cáritas, Pastoral Migratoria, Pastoral Social, etc. En definitiva, la estructura misma deberá estar al servicio de las personas migrantes. Conocemos el alto nivel de pobreza en la población del país, es un tema acuciante; pero la población migrante especialmente, la arribada en los últimos años, necesita aún de asistencia especial.

¿De qué modo ordena el discurso de Francisco a la Iglesia argentina –y del mundo- en cuanto a las acciones a seguir en el tema?

-El Papa Francisco siempre ha impartido directivas a todos los responsables de las naciones como así también de la Iglesia en todo el mundo. Argentina y Sudamérica han debido implementar en acciones concretas, según la realidad propia, toda la enseñanza y recomendaciones de Francisco.


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