Belgrano reconfirma su levantada en la Primera Nacional justificando el renacer desde el juego y el resultado,  y una fiel muestra de esta circunstancia se presentó ante Alvarado de Mar del Plata, al que derrotó 3 a 0. Dos minutos letales aprovechó el elenco que conduce Guillermo Farré antes de irse al descanso, a puro instinto de sus artilleros y de esa forma consiguió alivio para poder administrar la ventaja y formar su mejor versión. 

Y eso que Alvarado salió a buscar el partido. No obstante la paciencia fue clave en el local que abrió el partido por las bandas haciendo ancha la cancha, con Juan  Barinaga y Mariano Miño muy inspirado, para sacar diferencias. 

Wilfredo Olivera falló una acción de cabeza desde el área chica pero rápidamente Belgrano encontró revancha. Primero a los 42 minutos con una gran definición por encima del arquero con la firma de Adrián Balboa y 60 segundos después Pablo Vegetti mandó a la red una pelota en el área y a cobrar. 

Ya en el complemento no llegó la reacción esperada por la visita y el dueño de casa planchó el juego, con rotación de pelota y buscando sorprender con algún pase filtrado. Y en contención, Santiago Longo volvió a demostrar por qué quiere y merece la titularidad en este equipo. Sobre el final fue expulsado Mieres en Alvarado, como para sepultar cualquier intento de fe. De tapa, sin egoísmos, Balboa le sirvió el tercero a Vegetti, como para sellar un pacto y un compromiso especial en busca del objetivo de ascenso. 

Belgrano suma esperanzas quedando a un punto de la zona de clasificación (con un partido más) y comienza  a convencerse de que puede.