La Fiscalía que investiga el caso de Jorge Ríos, de 71 años, que mató a tiros a uno de los delincuentes que entró a robar a su casa del partido bonaerense de Quilmes, elevó una acusación por "homicidio agravado" tras conocerse los resultados de la autopsia, de las imágenes de las cámaras de seguridad y del secuestro de tres vainas servidas en la escena del crimen.

En ese marco, Ríos admitió este domingo, en declaraciones a A24, que él disparó “tres o cuatro veces” pero “sin apuntarle” al ladrón, aunque dijo que luego se le “nubló todo” y que no recuerda si le tiró cuando ya estaba caído en el suelo.

En tanto, esta semana comenzarán en la Asesoría Pericial de la Procuración en Lomas de Zamora el cotejo balístico de las tres vainas servidas secuestradas en la escena del crimen con la pistola Bersa Thunder 9 milímetros utilizada por Ríos.

Por otra parte, en las próximas horas se define el pedido de la defensa particular para que aparten al fiscal de la causa, Ariel Rivas, de la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) 1 de Quilmes.

En caso de que el fiscal general de ese Departamento Judicial, Marcelo Dragui, finalmente rechace ese pedido, uno de los abogados de Ríos, Marino Cid Aparicio, afirmó que no descartan pedir la recusación a la Justicia de Garantías, aunque aclaró que están más enfocados en "el tema central" que es la defensa técnica de Ríos.

El objetivo de la defensa es demostrar que se trató de un caso de "legítima defensa" y no de un "homicidio agravado por el uso de arma de fuego", tal cual está caratulada la acusación del fiscal Rivas.

De acuerdo al informe preliminar de la autopsia, Franco Marín Moreyra, alias "Piolo", murió a raíz de dos heridas de bala, una en el tórax y la otra en el abdomen; al tiempo que presentaba una fractura en un tobillo que se cree se lo lesionó cuando se descolgó del techo de la vivienda de Ríos.

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