Con decenas de casos y una vulnerabilidad socioambiental cuya gravedad parece no tener techo, las villas porteñas vienen ocupando espacio en la agenda pública nacional por ser uno de los principales focos de coronavirus. El tema terminó de estallar este fin de semana con la muerte de Ramona Medina, referente de la organización social La Poderosa en la Villa 31, quien semanas atrás había denunciado el abandono del sector por parte del gobierno de la ciudad de Buenos Aires.

Este lunes, a horas del deceso de la militante barrial, el referente de La Poderosa Nacho Levy recordó a su compañera y denunció el entramado de olvidos, omisiones y responsabilidades que envuelven al caso.

Entrevistado por el periodista Ernesto Tenembaum, Levy dijo que “es difícil poner en palabras tanta impotencia, tanto dolor” y consideró que “nosotros ya perdimos para siempre”.

Con la voz quebrada, el dirigente social confesó “mucha indignación por cómo le siguen faltando el respeto a Ramona, redirecccionando sus palabras aún cuando ni siquiera la habíamos sepultado”.

Levy se refería a un video viralizado días atrás, en el que la fallecida comunicadora de la organización responsabilizaba al Gobierno de la ciudad por la falta de agua y el abandono de ese sector de Buenos Aires.

El dirigente criticó a “los funcionarios de la Ciudad que abandonaron a la villa”, a “los funcionarios judiciales y del gobierno que no los denuncian” y “los funcionarios de televisión que los legitiman”. En esa línea, cargó contra el cerco mediático, al afirmar que “desde que murió Ramona ningún medio llamó a Diego Santilli o a Rodríguez Larreta”, y dijo que “en los últimos tres años los avances de obras en la villa fueron del cero por ciento”.

“El Banco Mundial les bajó 170 millones de dólares para las obras que nunca hicieron. ¿Y los 100 millones del BID? ¿Y los presupuestos propios? Es obvio que vamos a gritar, contra la falta de garantías y la falta de espacios para denunciarlo”, denunció.

Levy refirió que ante la pandemia “solo hubo camiones cisternas que no pasan por los pasillos” y que el denominador común en los barrios populares porteños está marcado por “la desidia y el abandono, como mínimo”.

“Nos falta Ramona y nos falta la comida que reclamaba Ramona. No puede ser tan gratis abandonar los derechos de una persona”, señaló.

Además del caso puntual, el referente graficó la crítica situación en los barrios populares ante la pandemia de coronavirus. Dijo que “no recibimos alimentos de forma sostenida, no recibimos ni una botella de lavandina” y consideró que a los funcionarios la muerte de Medina “les conmueve porque les afecta su imagen, que es lo único que les importa. Pero la muerte de Ramona no les importa”.

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