Varios colegios técnicos del sur de Córdoba están fabricando máscaras protectoras con las impresoras 3D que recibieron del gobierno provincial el año pasado, para colaborar con trabajadores de hospitales de sus localidades y de ciudades vecinas.

El Ipet N° 100 “Benita Arias” de La Carlota, el Ipea N° 237 de Melo,  el Ipetyam de Vicuña Mackenna y colegios de Jovita y Villa Valeria son algunos de las instituciones que se sumaron a esta cruzada de fabricar máscaras de acetato con impresoras 3D para ayudar a prevenir el avance del coronavirus.

En la pequeña localidad de Melo, el profesor de Informática Guillermo Guevara es quien lleva adelante la tarea. Debido a la suspensión de clases no se ha involucrado a los estudiantes en esta actividad.

En diálogo con Puntal, el docente dijo:  “El director del colegio se contactó conmigo y me transmitió la inquietud de usar la impresora que tenemos en el colegio para hacer estas mascarillas que se necesitaban en Laboulaye. Así fue que comencé”.

Parte del material que se necesitaba tenía la institución educativa y el faltante fue suplido por el ingenio de este profesor, que reutilizó botellas plásticas para ser parte de las máscaras. “Hicimos 30 que serán para el Hospital de Laboulaye, pero ya nos contactaron desde Buchardo, así que les voy a mandar algunas”, precisó.

Estas mascarillas cubren todo el rostro y son de suma utilidad, particularmente para personal que se desempeña en centros de salud y hospitales.

También el Ipet 100 de La Carlota ya fabricó varios modelos de máscaras y espera que sean probados por los profesionales para determinar los ajustes para hacer. El director de la institución, Darío Riba, señaló que tienen material para seguir produciendo y ya han recibido solicitudes de Córdoba capital.

Ante los numerosos pedidos, desde la institución piden la donación de láminas de acetato, filminas o sifones de soda descartables de 3 litros.

El Ipetaym de Vicuña Mackenna también fabrica máscaras 3D para quienes deben trabajar en las calles. Es una iniciativa de la directora del establecimiento, Beatriz Sosa, y de los docentes Nicolás Martina, Diego Palacios, María Elena Dellafiore y Soledad Fernández.

“La idea surgió porque queríamos ayudar a la gente que está más en riesgo, quienes sí o sí tienen que estar trabajando”, resaltó Sosa en diálogo con Puntal.

Aclaró que, si bien los elementos no son aptos para el personal de salud, sí lo son para las fuerzas de seguridad e inspectores que están en las calles.

La directora detalló que el modelo fue confeccionado por uno de los docentes con el asesoramiento de un médico, quien les explicó acerca de la utilización de los materiales para el armado de las máscaras. “Consideramos que lo importante primero es dárselo a Policía de Mackenna. Son los que corren más peligro”, puntualizó.

Cada máscara demanda unas 3 horas de producción. Por eso, y para disminuir la circulación de personas al máximo posible, en algunas regiones se ha autorizado a docentes a instalar las impresoras 3D en sus domicilios para no interrumpir la producción. De requerirlo, la cartera educativa proveerá las bobinas de filamento para abastecer las distintas demandas.

Cabe recordar que antes que el Gobierno nacional decretara la cuarentena obligatoria para evitar la propagación del coronavirus, los estudiantes del Ipetaym de Vicuña Mackenna estaban fabricando alcohol en gel para contribuir con la prevención.

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