No tiene miedo. Se hace cargo de la misión que le encomendaron. La afronta y trabaja en pos de esa meta. Gabriel Gómez llegó a Instituto y sin tapujos admite: “El objetivo es el ascenso en el centenario del club”. Así de directo responde el nuevo técnico albirrojo. Así, también, seguramente, será la presión que tenga en esta temporada 2017-2018 de la B Nacional. Pero él dice saber y estar preparado para lo que se avecina.
Llega a “La Gloria” sin “cartel”, ni bombas de estruendo. Aunque desde hace mucho tiempo en Alta Córdoba lo tenían en la mira. Un entrenador que se hizo bien de abajo y fue superando etapas. Con Defensores de Villa Ramallo arrancó siendo entrenador de divisiones inferiores, de la Primera local, se hizo cargo del equipo en el Federal B y logró el ascenso al Federal A, donde llegó hasta semifinales. Posteriormente estuvo en Mitre de Santiago del Estero. Seis temporadas en el Federal A. Dirigió a Guillermo Brown de Puerto Madryn, ya en la B Nacional, y antes de arribar a Instituto fue ayudante de campo de Lucas Bernardi en Godoy Cruz, en Primera División. Diversas etapas. Paso a paso.
Como futbolista, Gómez hizo inferiores en Newell’s, donde llegó hasta la Reserva. Luego jugó en Central Córdoba de Rosario, en la B Nacional, también en Defensa y Justicia. Anduvo por Centroamérica. Y siempre tuvo la inquietud de ser técnico. Por eso, ahora que le llegó esta chance de Instituto, en diálogo con LA NUEVA MAÑANA se hace cargo de la “misión” que le propusieron los directivos de Alta Córdoba.

Quiero un equipo que sepa interpretar todos los momentos del juego. Un equipo rápido, agresivo, con mucha actitud para afrontar cada partido de la misma manera.

- ¿Cuál es el objetivo que tiene en Instituto?
- Mi objetivo principal es lograr el ascenso en el año del Centenario del club. Es el objetivo que fue hablado cuando se produjo mi contratación.

- ¿Pero no es una “presión” extra decir que llega para ascender?
- La presión que tenemos todos los entrenadores cada vez que tomamos un desafio como este. Acá es más grande porque Instituto es un grande de la categoría. Es más que una presión, es una responsabilidad muy grande.

- ¿Qué tipo de equipo pretende armar?
- Un equipo que sepa interpretar todos los momentos del juego. Un equipo rápido, agresivo, con mucha actitud para afrontar cada partido de la misma manera.

- ¿Y para eso, qué clase de jugadores necesita?
- Primero jugadores que sean profesionales, buenas personas, que sean técnicamente bien dotados y rápidos.

- Instituto es elogiado por sus inferiores. ¿Usted cómo trabajará con eso, los va a tener en cuenta a los pibes surgidos de La Agustina?
- Tratar de mirar hacia abajo, pero siempre digo que para consolidar buenos juveniles hay que armar una buena estructura en el equipo, que tenga un modelo de juego que los pueda defender cuando tengan que jugar esos pibes.

- Se habla de Ezequiel Videla y Maxi Correa. ¿Es cierto? ¿Entran dentro de su estructura de juego?
- Son opciones que se están manejando, y que hasta que no sean contratados realmente no corresponde dar nombres.

- En forma más general, teniendo en cuenta que es un técnico joven, ¿qué objetivos personales tiene en su carrera como entrenador?
- Mi objetivo personal es lograr los objetivos de Instituto. Ojalá pueda dirigir en Primera División con el club que hoy me dio la responsabilidad. Estoy orgulloso de eso, porque me dieron la oportunidad en el año del Centenario, que no es poca cosa.

- ¿Tiene algún referente como entrenador?
- Soy un entrenador que trata de sacar lo mejor de todos. Creo que todos los entrenadores tienen cosas buenas. Y tanto de técnicos a nivel nacional como mundial verlos a todos, escuchar lo que pueda y tratar de sacar algo que considere lo mejor.

- En la misma línea, le dan la posibilidad de reunirse a tomar un café con un par de técnicos. ¿Con quiénes les gustaría juntarse a hablar de fútbol?
- Y... me gustaría tener una charla con... son diferentes, pero me gustaría tener una charla con Guardiola y otra con Mourinho.

- Con esa respuesta, me marca su estilo, que es aprender de todos un poco, como decía anteriormente.
- Es que sí, no soy un entrenador que trabaja en una misma línea. Sí tengo un gusto futbolístico, pero entiendo que esto es un juego y tiene muchas dificultades y a todas hay que saber resolver.

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