"No queda otra", afirma Yolanda Roldán, de 84 años, luego de sufrir el robo en el kiosko que tiene para mantener a su familia, en la zona del Hospital de Urgencias. La mujer no vidente se encontró este viernes con que su puesto de trabajo había sido violentado y que le habían llevado hasta el papel higiénico.

Yolanda, quien desde hace 49 años tiene su local construido con chapas frente a la Dirección de Especialidades Medicas, llegó esta mañana al lugar y notó que no estaban los candados en la puerta, estaba todo revuelto y le faltaba mercadería.

"Cuando toqué que no estaban los candados, me paralicé. Tenía miedo de entrar. No vaya a ser que estén adentro. Me habían sacado todo: la garrafa que tenía en uso y una de repuesto. Con esta son 13 veces que me roban a mí, pero hace 15 años por lo menos que no me robaban más", dijo al móvil de Mitre Córdoba.

Con esas garrafas, la mujer prepara café para vender. "Un señor recorrió todos lados hasta que me consiguió una garrafa", agregó.

Asimismo, en diálogo con ese medio se negó a pedir ayuda: "Siempre me levanté sola. Si alguien me quiere ayudar que lo haga por su propia voluntad, pero no quiero pedir".