La toma de la UTA finalizó con denuncias por ataques de "patotas sindicales"

El grupo de trabajadores y trabajadoras despedidos del sistema de transporte la ciudad que habían protagonizado el martes una protesta pacífica y toma en la UTA Córdoba, denunciaron este miércoles que fueron echados violentamente cerca de la medianoche de la sede ubicada en avenida Vélez Sarsfield 582,

La medida de fuerza se realizó para denunciar irregularidades en torno a los despidos de los choferes tras el prolongado paro del transporte del año 2017.

Ante la falta de respuestas por parte de la conducción, los manifestantes decidieron realizar una toma de la sede, esperando una respuesta por parte de las autoridades. Se trataba de cerca de 40 trabajadores que se quedaron en ese lugar durante toda la jornada del martes. A lo largo del día, la sede estuvo custodiada por efectivos policiales y el grupo de manifestante pudo mantener contacto con la fiscalía de turno.

Promediando las 23 horas, cuando el grupo deliberaba los pasos a seguir desde el interior de la sede, denunciaron que comenzaron a recibir agresiones por parte de una patota que, según denunciaron, "fue enviada por la conducción del sindicato".

Desde la toma aseguraron que en el lugar no había "organizaciones” sólo algunos despedidos reclamando por su situación. “Estábamos protestando pacíficamente y vinieron de la patota sindical y pudimos escuchar tres tiros desde aquí adentro” aseguraron.

“Nosotros no planeamos esto sino que solamente teníamos la intención de denunciar la situación de los despedidos y el desmanejo que existe en la UTA desde hace mucho tiempo” fueron algunos testimonios en el lugar.

En la mañana de este miércoles, Viviana Chiatti en representación de los manifestantes confirmó que "tras aprietes, golpes y hasta disparos", fueron echados de la sede de la calle Vélez Sarfield.

"No fue un desalojo, lo que hicieron fueron amenazarnos con que nos iban a tirotear nuestras casas, golperaron a una compañera con una piedra y la hirieron en la cara. Le pegaron a la gente grande, a las chicas de Niunamenos que nos acompañaban y había chicos en el lugar. Finalmente nos fuimos porque la policía no nos ayudó. Eran 30 o 40 personas del mismo gremio, borrachas o drogadas, que nos patotearon a la medianoche", precisó Chiatti a La Nueva Mañana.

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