En Argentina, según el Instituto Nacional de Estadísticas y Censos, se estima que hay más de 11 millones de personas pobres, es decir, que no acceden a la canasta básica alimentaria ni a bienes considerados básicos para no ser indigente. Los datos corresponden al primer semestre del 2018 y suman 750.000 más que los registrados seis meses atrás.

En Córdoba, por otro lado y también según datos del Indec, la pobreza afecta a 466.890 personas, es decir un 30,3%, lo que se traduce en que de cada 10 cordobeses y cordobesas, más de tres son pobres.

En ese contexto, de crisis económica y social, de despidos masivos, y con una inflación que se estima cerrará el 2018 en 47,5%, un grupo de jóvenes decidió abrir las puertas de un comedor en pleno corazón de barrio Güemes. De nombre le pusieron “La Esperanza” y si bien ya estaban cocinando para quienes llegaban a la casa de Julio Roca y Artigas en busca de un plato de comida, la inauguración oficial fue el 1 de septiembre pasado. Hoy, a poco más de dos meses, ya superaron las 6 mil raciones entregadas y reciben por día entre 120 y 150 personas.

La iniciativa surgió de la Fundación Escola de Samba Uñiao da Serra y fue concretada una vez que consiguieron la sede de la ONG donde además montaron el Centro Cultura y Social La Quadra. Allí, entre talleres de samba, música y percusión, almuerzan y toman una merienda quienes no tienen dónde comer.

Aarón Nacer es músico y uno de los principales impulsores de La Quadra. Además desde hace varios años, antes de entrar a su trabajo en el Teatro Real, Aarón recorre de lunes a jueves a la mañana el centro de la ciudad de Córdoba acompañando a la gente en situación de calle, dándole algo para comer, y escuchando sus historias y necesidades.

Con los años se sumaron otras personas y ahora también los viernes a la noche hacen otro recorrido para acompañar a quienes no tienen un lugar para vivir.

Además de alimento, llevan peluqueros, les gestionan el documento nacional de identidad ya que muchos están indocumentados, y les brindan asesoramiento jurídico para que puedan acceder a una pensión.

En diálogo con La Nueva Mañana cuenta que a comienzo de año, en abril, alquilaron el espacio de barrio Güemes, donde además de tener un salón grande para practicar samba, hay un patio de 440 metros cuadrados donde llevan adelante distintas actividades, entre ellas el comedor y merendero que funcionan de lunes a viernes, al mediodía, y están a cargo de Simón Templar, encargado de hacer que cada plato de comida llegue a donde debe llegar.

“Nos tiramos a la pileta para armar este espacio autogestivo con las enormes dimensiones que tiene y ahora la venimos luchando contra una realidad social que cada vez se vuelve más difícil. No recibimos ningún tipo de ayuda del Estado por el momento pero sí tenemos muchas manos que ayudan y donaciones que hacen posible que todo funcione. La solidaridad es lo que nos empuja a seguir adelante todos los días”, cuenta Nacer.

En el Centro Cultural y Social también funcionan un ropero comunitario, talleres culturales, una biblioteca para niños y niñas, un patio con juegos y un depósito de alimentos donde se guarda la comida que luego los mismos voluntarios y voluntarias distribuyen en 14 barrios de la ciudad. Algunos de ellos son: Villa 9 de Julio Villa Tropezón, Villa la Tela, Villa Guiñazú, Villa los Galpones, Bella Vista, Villa El Libertador y Villa el Nylon.

Contacto

Para colaborar se puede formar parte del voluntariado o donar alimentos no perecederos, ropa en buen estado, elementos de higiene y de limpieza, pañales, leche, libros y juegos de mesa, entre otras cosas. Por mayor información es posible contactarse al teléfono 351 705-2265 o en Facebook con La Quadra.

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