Cierra sus puertas “La Alameda”, el bar de las paredes de papel

"Si las paredes hablaran". Ningún dicho guarda más relación que éste con el histórico bar cordobés "La Alameda". Cubiertas de papelitos con historias, mensajes de amor, dedicatorias y frases políticas y hasta filosóficas, sus paredes albergaron durante más de tres décadas las charlas de quienes encontraron allí su lugar, su punto de encuentro.

Sin embargo, las deudas, los problemas de salud de uno de sus dueños, la crisis que comenzó a traducirse en menos visitas de los clientes, el aumento del alquiler del local -propiedad de una orden religiosa-, las obras en la Peatonal, la tala de los álamos que le dieron su nombre, terminaron por llevar al cierre definitivo del histórico bar cordobés.

Allí, en sus bancos de madera y sus mesas largas, cientos de jóvenes, niños y adultos se sentaron a compartir momentos y a descansar después de cada marcha o movilización por el centro de la Ciudad. Vinos en jarra, humita en chala y empanadas, fueron el clásico de La Alameda. Las noches de verano en la Peatonal regadas de cerveza se terminaron cuando la Municipalidad le prohibió al bar sacar las mesas afuera. 

“Las monjas nos piden cuarenta mil pesos de alquiler, las monjas de la caridad, deberían aplicarla. No hay intereses personales, no quiero nada para mí. Solo quiero que el lugar siga abierto para que los chicos puedan tener trabajo”, contó Edith, responsable del bar a Tinkú Comunicaciones. El local donde funciona el bar, como muchos inmuebles de esas manzanas, pertenece a la orden de las monjas Teresitas de la Caridad.

Ubicado en Obispo Trejo al 100, este fin de semana el mitológico bar cerrará sus puertas para siempre. Silvia Federigue – encargada y amiga del actual dueño e hija de Edith– también habló sobre el difícil momento.

"Hasta ahora 100% es seguro que cerramos, como dice la gente. Solo un milagro puede salvarnos. Se han generado deudas, porque el único dueño que hay ahora ha tenido un principio de ACV y un infarto. Nosotros estamos viendo que no genera ganancias y no se puede pagar lo que estamos viendo día a día que ingresa de las deudas”, dijo la mujer a Mitre Córdoba.

Algunas personas “han llorado, muy emocionados, pidiendo por favor. Pero yo les digo que no podemos hacer nada, que hicimos todo lo posible hasta ahora”, contó Silvia.

El viernes y sábado será el cierre porque “hay mucha gente que quiere venir”. Entre lágrimas, la encargada dijo: “Yo lo único que le digo a los chicos que todo tiene un principio y tiene un fin… y este es el fin (…) Por eso invitamos a que vengan con sus guitarras, con sus bombos y que vibren esas paredes de papeles”.

En las redes hubo distintos mensajes de tristeza y despedida. Actores, escritores, periodistas y estudiantes postearon sus sentimientos sobre el cierre de su lugar de encuentro.