Caso Luna Viera: “Pedimos que el que mató a mi hija no quede en libertad”

Así lo señaló Gabriela Viera, la mamá de la niña asesinada en Tío Pujio. Por el hecho está imputado Mariano Gutiérrez Cingolani, quien será trasladado al establecimiento penitenciario de Cruz del Eje. Desde este lunes el fiscal René Bosio está al frente de la investigación.

Córdoba24/07/2017
tio pujio

La tranquilidad de Tío Pujio se vio interrumpida el 19 de julio tras conocerse el hallazgo del cuerpo sin vida de una niña de cinco años en la localidad ubicada a 133 kilómetros al sudeste de la Capital cordobesa y cerca de Villa María.

De acuerdo a la información suministrada por los medios locales, Luna Viera fue encontrada en un terreno descampado ubicado detrás de una vivienda de calle Intendente Alcántara al 300, en un sector conocido como barrio IPV, casi al final de la trama urbana.

El mismo día del crimen, la fiscal de feria, Silvia Maldonado, ordenó la detención de Mariano Gutiérrez Cingolani, un hombre de 30 años que, según los vecinos, tendría algún tipo de discapacidad. A poco de avanzar la investigación, lo imputaron por “homicidio simple”. Ya fueron realizadas las pericias psiquiátricas en Córdoba que determinarán si es o no imputable, aunque todavía no se conoce el resultado. Será trasladado al establecimiento penitenciario de Cruz del Eje y a partir de hoy, el fiscal René Bosio se hizo cargo de continuar la investigación por el crimen de Luna Viera.

Bosio adelantó que prepara el acto procesal de toma de declaración indagatoria al acusado para los próximos días. Por otra parte, este lunes por la tarde se realizó una inspección ocular del lugar de los hechos que terminaron con la muerte de la pequeña.

Siempre nos acostamos después de comer. No a dormir, sino a mirar dibujitos y ahí nos gusta comer algo”, recordó Gabriela, cuando repasó los hechos de ese día, el día que mataron a su hija. Según relató la mujer a El Diario, aquel día Luna pedía golosinas. “Primero le dije que no, pero insistía. Ese día había cobrado la asignación, así que le di 50 pesos para que vaya al quiosco”, dijo.

Como quería ir rápido para no perderse los dibujos, me pidió mis botas, para no demorar atándose los cordones de sus zapatillas. Y salió. A los 15 minutos no llegaba y me empecé a preocupar”, señaló. Como se demoraba la madre pensó que estaba con otros chicos jugando, pero no contestaba a los llamados. “Fui hasta el quiosco y ahí Betty, la quiosquera, me dijo que la había atendido. Sin saber, ella fue la última que pudo hablar con Luna”.

De los momentos previos a encontrar a Luna, Viera solo recuerda cuando Betty la llamó y le dijo que había aparecido su hija, que se había golpeado. Fuimos y cuando la vi ahí, tirada, supe que me la habían matado”.

Empecé a gritar y sin saber por qué, me paré en el patio de Mariano -Gutiérrez Cingolani, el único imputado por el homicidio-. Creo que desde ese momento supe que era él el que me la había matado”, relató la madre de Luna.

Gabriela tiene un pedido: que el crimen de su hija no quede impune. “Nosotros no queremos que esa persona quede en libertad. Porque dirán que está mal, pero para mí, no es un discapacitado como muchos que conocemos, que tienen la mente infantil. El tiene maldad”, aseguró.

Además, miente. Primero, me parece raro que mi hija haya querido robar naranjas. Hace un año y medio que vivimos ahí y nunca lo hizo. ¿Por qué lo iba a hacer ahora? Además, terminaba de comer la fruta del almuerzo y por otra parte, el árbol de naranjas no estaba en el patio de Mariano. Si se hubiera caído, del árbol o de la tapia, tendría las botas cerca, la plata del vuelto y las golosinas. Pero no había nada”, dice Gabriela.

Omar Viera de 45 años, padre de Gabriela y abuelo de Luna, no oculta su enojo: “Si no puede ir preso, espero que, como ha pasado en otros casos, que el juez declare que no es apto para estar en sociedad y lo encierren en un lugar como Oliva”, dice y confía en el fiscal que a partir de hoy tendrá a cargo la instrucción de la causa: “-René- Bosio es el que más metió presos acá. Confío en que no va a dejar el crimen de Luna así nomás”.

Gabriela Viera y Gabriel Tello, el padrastro de Luna, quisieron dejar expresado el malestar que tienen contra las autoridades de Tío Pujio. “La intendenta nos soltó la mano”, aseguraron, al hacer referencia a Nancy Schiavi. Según relataron, el día del asesinato, Schiavi les prometió que la Municipalidad se haría cargo de los gastos del sepelio, pero, cuando venían con el cuerpo de Luna desde Córdoba “nos llamaron antes de llegar, cuando íbamos por James Craik, para decirnos que no podían ayudarnos porque no teníamos domicilio en Tío Pujio. Claro que no, pero hacía un año y medio que vivíamos allí”, plantearon.

Agradecen a la Municipalidad de Villa Nueva que sí afrontó esos gastos para que tuviera un sepelio digno. “Te digo la verdad, no teníamos ese día plata para el sepelio”, afirmó Tello. Dicen que si bien la localidad es tranquila “el problema está en que no funcionan las autoridades”. “Por ejemplo, si alguien roba un celular van a la casa y lo encuentran, el tipo no queda preso porque el policía conoce a la madre o al padre. Esto pasa siempre”, concluyó.

Fuente: El Diario

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