Estudiantes universitarios que llevan adelante la toma del Pabellón Argentina de la UNC en contra del ajuste presupuestario impulsado por el Gobierno nacional, denunciaron "amedrantamiento" tras un llamado telefónico de amenaza de bomba.

En el lugar se hizo presente la División Brigada de Explosivos con perros, cuyos efectivos aguardan afuera mientras se define si podrán ingresar al Pabellón Argentina para constatar si hay o no algún tipo de artefacto explosivo.

"No hay una denuncia, solo hay una amenaza de bomba en la Universidad, ni siquiera es dentro del Pabellón Argentina por lo que la Policía actúa de oficio, no tiene ningún tipo de orden. Quieren ingresar con efectivos de explosivos y perros y estamos hablando con abogados para evaluar la situación", contó a La Nueva Mañana Aisha Jalil, integrante de la toma.

Por su parte, Gustavo Posadas Carranza, el dueño del bar que funciona adentro del Pabellón Argentino, contó que se enteró de la amenaza de bomba mientras estaba en Tribunales presentando un amparo contra la toma: "Esto nos causa un perjuicio económico grande. Hemos perdido muchas mercadería que incluso consumieron los estudiantes" denunció el hombre.

Los estudiantes llevan adelante una reunión para tomar una decisión sobre los pasos a seguir y esperan el asesoramiento de abogados de organismos de derechos humanos, como Correpi.  "Queremos tomar una decisión consensuada y clara porque entendemos que es una manera de amedrentar de alguna forma", destacaron.

Además, advirtieron que de llevarse a cabo un desalojo, "sería completamente ilegal". "Es una manera de amedrentar a la gente mediante un operativo que también es mediático", denunciaron.

"Juntan un grupo de diez policías al lado de la puerta, para hacer un operativo que pasa muchas veces en escuelas cuando los chicos no quieren dar pruebas", explicaron.

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