Desde que asumió la gestión de Andrés Fassi, muchas incorporaciones llegaron al club en calidad de “apuestas” más que de refuerzos; y por lo general, los resultados han sido positivos en el contexto de un proyecto que pretende formar jugadores y exportar como lema prioritario. Con esas características arribó en el mercado de pases de verano el volante Joel Soñora, proveniente del fútbol alemán, sin mucho rodaje pero con toda la intención de demostrar.

Con 21 años, es hijo del histórico Diego Soñora, lateral derecho de Boca Juniors que sobresalió en los ’80 y los ’90, en el equipo del “Maestro” Oscar Tabarez, que salió campeón y que se destacó en la Copa Libertadores.

Con Talleres y su hijo Joel como excusas, el “Chiche” se prestó a la conversación con La Nueva Mañana, desde la platea Ardiles del Mario Kempes, después de venir a alentar a su hijo en su carrera profesional.

“Estamos con muchísimas perspectivas, Joel tiene muchas ilusiones y se siente a gusto en Córdoba. Forma parte de una gran institución. Está desde febrero, muy feliz, ya compenetrado en los objetivos de Talleres a nivel general. Es un club organizado, está muy preparado, es un ejemplo en el fútbol argentino”, comenzó narrando Soñora sobre la situación que involucra a su hijo.

- ¿Piensa que sigue en plena adaptación?

- Apenas nos contactamos de Talleres nos interiorizamos a qué clase de equipo iba a venir y con qué idea. Es un estilo diferente, pero lleva ya cinco meses en este país y creo que ya está preparado. Estoy convencido que se va a ganar en este tiempo varios minutos de juego para ser considerado. Creo que está a punto para jugar

- Un padre seguro no es muy objetivo para describir a su hijo, pero, ¿cuáles son sus puntos fuertes?

- Su virtud principal es que es muy técnico y se entrena día a día para seguir mejorando. Es un volante con atributos de juego, ahora más ubicado como volante interno. Y su fuerte es la técnica.

- ¿Qué le puede transmitir un padre futbolista con experiencia a su hijo que está haciendo sus primeros pasos?

- La sabiduría y la tranquilidad de que si sigue convencido y motivado de lo que quiere, puede llegar lejos. Está haciendo sus primeras experiencias, en un fútbol distinto al que yo solía jugar en el Boca de Tabarez. Es más dinámico, muy parejo, pensante en los detalles, se batalla mucho y se arriesga poco. A la larga soy un convencido que la técnica prevalece sobre todo. Y lo apunto a que se siga formando con esa premisa.

- ¿Qué recomendaciones les daban a ustedes en el vestuario de Boca?

- A meter, no aflojar y jugar sobre todas las cosas. Era jugar, pero jugar bien. En Boca no se tira la pelota para arriba y se corre como te quieren hacer creer. Y la obligación de ganar es una palabra continua. Ganar, ganar y ganar es el único resultado en un club tan grande. Creo que en las divisiones inferiores te menten en la cabeza el chip de ganar como sea y en ese tiempo, lo ideal es hacer prevalecer el juego y fortalecer la técnica. Se debería estar más aferrado a eso, creo que es un error grande. Con el tiempo la técnica no se recupera. Hay que perfeccionar el talento individual y las formas también.

- ¿Qué metodología le aplicas a Joel para que no se deje vencer por la ansiedad?

- Tiene 21 años, es cuestión de hablarle permanentemente, explicando que su oportunidad le va a llegar. Está claro que él quiere jugar siempre: le toco estar y ser titular en todos sus equipos anteriores. Hizo inferiores en Boca, jugó un mundial Sub 20 con Estados Unidos, fue a Stuttgart y tuvo posibilidades, en el segundo equipo también. Yo le inculco que debe luchar por un lugar y que no se desespere ni baje los brazos. El fútbol argentino es duro, fuerte en el ano a mano, es distinto pero a mi entender ya está adaptado.

- Esperando que se abra un lugar para jugar

- Se lo tiene que ganar. Este año Talleres disputa tres campeonatos, ojalá tenga su chance. Creo que va a tener más ocasiones de ser tenido en cuenta. Y ahí es cuando debe aprovechar la oportunidad para demostrar lo que sabe.

- Y en su posición, en Talleres tiene referentes

- La va a tener que pelear, sabíamos de entrada que no sería fácil. Va a tener que dar el máximo para ganarse un lugar. En los clubes grandes no hay muchas balas y por eso cuando te toca una bala la tenés que disfrutar y aprovechar al máximo.

- ¿Estás conforme con el trato que le dan en Talleres?

- Sí, estoy sorprendido con esta entidad. Cuando tomamos la decisión de venir, ya conocía a (Andrés) Fassi y su trayectoria en Pachuca de México y los logros en Talleres. Siempre fue un club grande, cuando yo era futbolista venir a Córdoba no era fácil, sin embargo muchas veces peleaban por la permanencia y hoy lo vemos disputando copas internacionales. Hay organización, apuesta a la cantera con un promedio de edad de 23 años. En el predio se trabaja pensando en eso, con proyectos a 12 o 15 años. Si sigue por ese camino va a llegar más lejos todavía.

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