Conocida es la posición del titular de la cartera de Salud, Adolfo Rubinstein, a favor de la despenalización del aborto, que apoyó en la última audiencia pública previa a la discusión en el recinto de la Cámara de Diputados que le dio media sanción al proyecto. El ministro, para apuntalar la iniciativa, apeló a la legislación comparada internacional “Los países con marcos legales restrictivos no han visto reducido el número de abortos, sino que han aumentado los abortos inseguros”. Además enfatizó que “la evidencia es muy robusta respecto de que la despenalización del aborto reduce las muertes maternas, las complicaciones graves y el número de abortos totales”. simismo, en esa oportunidad al precisar datos sobre la problemática que afecta a gran cantidad de mujeres en todo el país, Rubinstein informó que en 2016 se contabilizaron 43 muertes de madres gestantes por aborto, alcanzando así un 17,6% de las muertes maternas.

Usted ya ha manifestado su posición a favor de la despenalización del aborto; ¿pero que espera para después de la sanción o no de la ley en el Senado?

Creo que el debate ya ha tenido un lado extremadamente positivo que es haber movilizado a la sociedad, muy enriquecedor para la democracia, creo que ha sido un paso adelante enorme. Sea cual fuere el desenlace final, creo que el próximo paso es que nosotros, suponiendo que no saliera la despenalización, tenemos que seguir trabajando en la prevención tanto del aborto como del embarazo no intencional y tenemos que poner todos los recursos en educación, en anticoncepción, en consejería, en hacer cumplir también los protocolos de actuación en los casos de interrupción legal del embarazo de acuerdo a la normativa vigente. Si por el contrario, se sancionara la ley en el Senado tenemos que cambiar también todos los protocolos de actuación para ajustarlos a la nueva reglamentación.

Si se convirtiera en ley la despenalización, ¿cómo sería la implementación desde el punto de vista económico?

En realidad, sigue estando en el tapete este asunto, pero piense que nosotros tenemos registrados, hace poco tiempo, en el año 2016, 47.000 abortos complicados que requirieron internación, hospitalización. Los costos más allá del daño que esto implica para las mujeres, porque muchos fueron casos casi fatales, muchos terminaron en cirugías, mutilaciones, secuelas muchas de largo plazo, los costos y recursos para el sistema de salud son enormes, justamente el objetivo acá es minimizar las consecuencias del aborto sin dejar, por supuesto, de trabajar sobre las causas.

Seguí el desarrollo de esta noticia y otras más 
en la edición impresa de La Nueva Mañana 
[ Todos los lunes en tu kiosco ]