Por: Marcos Villalobo | mvillalobo@lmdiario.com.ar

El “Chelo” tiene cara de bueno, y es bueno. Sus compañeros hablan bien de él; y a los periodistas que en algún momento les tocó cubrir la campaña de alguno de los clubes donde pasó, también. El “Chelo” tiene cara de bueno, es bueno y además es bueno para jugar al fútbol. Amable en sus respuestas y en sus tiempos, en Córdoba, Marcelo Bergese, se destacó en el Racing de Nueva Italia y en Instituto tuvo grandes pasajes en dos temporadas, entre ellas en la inolvidable campaña del 2011-2012.

Oriundo de la localidad de Pasco, el próximo mes estará cumpliendo 33 años, además de los referenciados clubes cordobeses, en Argentina jugó en Gimnasia de Jujuy, Defensa y Justicia y Juventud Unida. En el 2014 emigró al Atlético Huila de Colombia y desde hace tres años milita en el fútbol boliviano. Bergese actualmente juega en el Jorge Wilstermann, uno de los clubes más grandes de Bolivia.
En LA NUEVA MAÑANA dialogamos con el delantero sobre su presente en aquel país y también sobre lo que pasó antes, durante y después del 0-8 sufrido ante River por la Copa Libertadores del año pasado. Y como el “Chelo” no sólo tiene cara de bueno, fue muy sincero en sus respuestas sobre aquel histórico partido del año pasado.

“Estoy bien acá, es una muy buena experiencia. Gracias a Dios fue rápida la adaptación. No me llevó mucho tiempo. Desde el principio me acomodé, me acostumbré y las cosas fueron saliendo, y al equipo también. Con mi familia estamos muy cómodos en la ciudad”, relata Bergese desde Cochabamba. “Una ciudad tranquila y hermosa para vivir”, dice sobre esta población situada en un valle de tierra muy productiva a 2.558 metros de altura y que aún conserva rastros de la época virreinal.

- ¿Cómo es el fútbol boliviano?
- No es del nivel de Argentina, no por lo futbolístico, sino por lo físico. Físicamente en Argentina hay más roce. Yo venía de Colombia, donde se permitía mucho más jugar. Acá es parecido al argentino pero no tan táctico y no con tanto roce físico como allá. Después lo que todos preguntan, y por lo que se dice que es difícil la adaptación que es el tema de la altura. Gracias a Dios, en ese sentido, me acostumbré rápido. Nunca tuve dificultades para jugar en altura.

- Me decís que te acostumbraste a la altura, ¿pero al comienzo fue difícil?
- Sí, al principio sí. Pero... cuando arranqué a entrenar todos me decían que podía tener problemas o en los primeros partidos que me tocó ir a La Paz u Oruro, que son alturas mucho más extremas, me decían que me iba a ahogar. Y no. Obvio que por el tema del oxígeno, tenés más tiempo para recuperarte. Pero no, nunca tuve problemas y jugué lo más normal.

- ¿Será por tu estilo de juego?
- Es muy personal. En el equipo tengo de compañero al “Pochi” Chavez, que nunca había jugado en la altura y los primeros seis meses le costaron. Por eso digo, depende de cada físico. Pero sin ligar a dudas que a los jugadores que vienen del llano, por ejemplo los de la Selección argentina cuando van a jugar a La Paz, no es que ponen esa excusa, es verdad lo que pasa. Jugar desde el llano y pasar a 3600 metros, se siente. Lo mejor para jugar en la altura es jugar de noche. A la tarde, con sol, te cuesta bastante.

- ¿Cómo tomaron lo que pasó en la Copa Libertadores con ese resultado atípico ante River? Incluso hasta se dudó de algunos compañeros tuyos.
- Con el tiempo y más en frío, creo que nosotros hicimos una muy buena Copa Libertadores. Este equipo hacía años que no llegaba hasta cuartos de final. Pero el último partido no nos fuimos de la mejor manera. Habíamos hecho una Copa extraordinaria. Lamentablemente quedamos con esa imagen negra del partido con River. No se le puede reprochar nada a nadie, pasó lo que tenía que pasar, porque River tenía una diferencia futbolística sobre nosotros. Son, también, de esos partidos que son accidentes futbolísticos. No nos va a pasar nunca más. Después todas las cosas que se hablaron sobre lo que pasó, nosotros estamos tranquilos. Fue un partido de fútbol malo, donde nos fuimos con una mala imagen, pero hasta ese momento estábamos haciendo historia, le habíamos ganado 3-0 de local a River. Lamentablemente se dio así y a muchos jugadores les va a servir de experiencia.

- ¿El vestuario de esa noche en el Monumental cómo quedó? ¿Se dijeron cosas entre ustedes o era sólo silencio?
- Fue una situación horrible. Lo que pasa que ahora, que se puede analizar en frío, en ese momento se planteó y ejecutó mal el partido. Se cambió lo que veníamos haciendo. Y no nos salió nada bien, porque el resultado lo dice. Veníamos jugando de una manera, hasta el 3-0 que le ganamos a River; y el entrenador decidió cambiar y nos fue mal. La situación en el vestuario fue muy triste, y el pos también. Pero nos supimos levantar y clasificar de vuelta a la segunda fase de la Copa Libertadores. Pero esos primeros días, posteriores al partido, fue muy muy duro.

Presente líder

El Wilstermann volvió a clasificar para la actual edición de la Copa Libertadores tras aquel histórico partido ante River. Llegó hasta segunda fase y se despidió goleando, en este caso, al Vasco da Gama, de Brasil, por 4-0. Pero en la definición por penales, quedó eliminado. No obstante, sacó boleto a la Copa Sudamericana. En tanto, en el torneo local lidera el Grupo A. “Estamos muy bien. El equipo es la base que viene de varios años, de jugadores que ya salimos campeones en el club y jugamos copas internacionales. Hay una estructura armada y tenemos un muy buen equipo. Esperamos poder salir campeones para volver a jugar la Copa Libertadores”, expone el cordobés.

- ¿Te queda mucho tiempo por jugar en Bolivia o extrañás y estás con ganas de regresar?
- Y… uno siempre está extrañando, pero también tengo que ver cómo estamos y las cosas que se pueden presentar para volver o no. Tengo contrato hasta fin de año acá.

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