El último adiós a Franco Ferraro, el policía de 28 años que perdió su vida  durante el feroz tiroteo en Nueva Córdoba ocurrido este viernes, transcurrió en su localidad natal, San Carlos Minas.

Desde las 3 de la mañana de este sábado familiares, vecinos y compañeros de la Fuerza, lo despidieron, mientras que en la provincia de Córdoba, el gobernador Juan Schiaretti decretó tres días de duelo.

“Era muy querido, más allá de ser compañero de guardia, lo considerábamos amigo. Ha estado en las buenas y en las malas. Siempre nos daba su consejo, su apoyo cuando teníamos problemas familiares”, recordó el cabo Gutiérrez, amigo cercano de Ferraro a Cadena 3.

Agregó, además: “Para mí es una tragedia muy grande, nunca me pasó de los seis años que tengo en la fuerza algo tan impresionante. Delincuentes que actuaron con total frialdad, como si la vida de las personas no valiera nada. Esa forma violenta con la que salieron a matar a mi compañero”.

“El último asado lo comió con nosotros en mi cumpleaños. Dentro de la guardia era una persona responsable y educada”, recordó, por su parte, el cabo Alejandro Rodríguez.

En el velorio stuvo presente la plana mayor de la Policía y de autoridades del Gobierno de la Provincia, que lo reconoció con un ascenso post mortem.

Ferraro cumplía funciones en la División Motos y fue el primero en llegar al edificio donde sucedió el golpe comando.

El gobernador Juan Schiaretti decidió el ascenso por mérito extraordinario a la jerarquía inmediata superior (Cabo Primero) del suboficial, quien fue el primero en ingresar al edificio arriesgando y perdiendo su vida por una causa noble, frustrar un robo.