A 54 kilómetros de esta capital, al sur del Departamento Santa María, José de La Quintana es un pueblo sin Comuna. Pese a contar con una población que ronda el millar de habitantes, hace por lo menos 30 años que espera respuestas para salir de la exclusión institucional y el riesgo jurídico.

Vecinos y vecinas que vienen pulsando para dar respuesta al histórico pedido, refieren que un expediente de 1994 daba cuenta de la decisión de que se dispusiera la creación de una comuna para José de La Quintana. Sin embargo, un nuevo expediente, de 2008, propuso la ampliación del radio de la vecina comuna de Villa San Isidro, que anexe a su pueblo hermano.

Idas y vueltas llevaron a que ese expediente quedase reposando en un largo letargo. El impulso vecinal y el crecimiento exponencial que ha experimentado José de La Quintana llevó a que en 2021, a instancias del Gobierno de la Provincia y en el marco de gestiones para reavivar los expedientes abiertos, se conformara la Comisión Vecinal de José de La Quintana: un instrumento para motorizar gestiones que permitiesen dar respuesta a las necesidades más inmediatas y urgentes de la comunidad.

Una solución en puerta

El 18 de mayo pasado, con la firma inicialmente de 261 vecinas y vecinos (aunque la nómina de adherentes está abierta), una nota dirigida al jefe comunal de Villa San Isidro, Claudio Peña, exhorta a avanzar en las gestiones con la Provincia para lograr la anexión de aquella localidad a ésta.

Consultado por La Nueva Mañana, Peña confirmó que está esperando una respuesta del Ministerio de Gobierno de la Provincia para una reunión en la que se planteará la necesidad de "mover el expediente presentado en 2008". Aclaró que no se ha hablado de plazos ni fechas para poder concretar una eventual anexión de ambos pueblos, que hay que presentar el pedido y que la Legislatura deberá evaluarlo.

"Hay buenas intenciones", subrayó Peña, respecto a sus expectativas, aunque con cautela. Acerca de las razones que llevaron a que estos trámites se demoraran tanto tiempo, dijo desconocer con certeza lo que ocurrió.

Perjuicios presentes y riesgos futuros

En los orígenes de José de La Quintana, hay una estancia del siglo XVIII, el ferrocarril, la primera escuela minera del país. En la actualidad, cuenta con la Cooperativa Hidroeléctrica San José, con espacios culturales, el dique nivelador, un atractivo turístico espectacular y diversos emprendimientos productivos. Sin embargo, el exponencial crecimiento poblacional y la falta de un ordenamiento territorial e institucional, genera conflictos.

"Villa San Isidro colabora con recolección de basura, hay una médica en el dispensario, se arreglaron algunas calles. Hay un gesto de colaboración, pero son favores de alguien que tiene derechos a alguien que no los tiene.", afirma Gonzalo Montiel, integrante de la Comisión Vecinal de José de La Quintana.

"Nosotros queremos derechos constitucionales básicos. Consultamos a especialistas y tenemos claro que en los próximos meses, la única alternativa es la ampliación del radio", completó.

Respecto de los perjuicios que genera, indicó precisamente que el de los residuos es "significativo", ya que se generan microbasurales, derivando en riesgo socioambiental. Además, apuntó que con el crecimiento poblacional, también se complica el acceso a la seguridad.

En términos sociales, advirtió que hay problemáticas vinculadas a las infancias y las juventudes que no son atendidas: "Hemos tenido índices de suicidios altos para una localidad tan chica. Lo atribuimos a la falta de oportunidades, horizontes y propuestas desde lo público. Hay jóvenes que siempre están buscando irse".

El lago es un atractivo turístico importantísimo del sector, sin embargo afirma Montiel que la falta de una referencia institucional lleva a que no pueda controlarse el acceso y su degradación. En materia sanitaria, si bien reconoció que Villa San Isidro garantiza una profesional médica, advierte que faltan especialidades que respondan a las necesidades concretas que tiene la comunidad.

Y finalmente, subraya que se generan conflictos vinculados a la falta de un ordenamiento territorial participativo, con loteos y desmontes que en ocasiones son detenidos por mismos vecinos, con el riesgo que eso implica.

Institucionalizar la integración real y concreta

Señaló Montiel que La Quintana, como otros lugares de la región, viene siendo elegido precisamente por familias que buscan tomar distancia de las grandes ciudades y encontrar un lugar para vivir tranquilas.

"Quintana fue un lugar pujante, con mucha esperanza, no podemos dejar que se venga abajo. Hay una madurez de las partes y tenemos expectativas porque el jefe comunal dijo que lo va a resolver. Todas las autoridades nos han dicho que están dadas las condiciones", expresó, expectante.

Y sostuvo finalmente que una anexión entre Villa San Isidro y José de La Quintana, en lo formal, institucionalizaría un vínculo que ocurre en los hechos: "Las comunidades están integradas, los niños y niñas van a las mismas escuelas, nos encontramos en las fiestas patronales; en la cotidianeidad de los días hay una integración real y concreta que hay que institucionalizar".