Ed Impresa Aldana Varas 19/05/2023

Celiaquía: los costos altos que demanda alimentarse y la poca accesibilidad

Si bien se reglamentó la ley que regula las prestaciones a las personas celíacas, ellas padecen a diario la escasa oferta de productos existente en el mercado y sus precios desorbitantes.

Los productos que no contienen gluten son significativamente más costosos. - Foto: gentileza.

  

Especial para La Nueva Mañana

En abril de este año se reglamentó la Ley 26.588 que plantea, por un lado, la incorporación de la obligatoriedad de ofrecimiento de menús libres de gluten en diferentes instituciones y establecimientos; por otro, aumentar la oferta de alimentos para personas celíacas, pero también establecer estándares a cumplir para garantizar que al momento de ofrecerlos sean seguros. 

También la cobertura que deben brindar las obras sociales y prepagas en concepto de alimentos sin TACC. Tienen que proporcionar una cobertura económica equivalente al valor de la canasta básica alimentaria con productos sin TACC para una persona adulta de entre 30 y 60 años. Ese monto pasaría de los $2.672 a $7.806 y tendrá una actualización cada 6 meses. 

Las harinas sin gluten, hasta 300% más caras

Los productos que no contienen gluten son significativamente más costosos. El reintegro que brindan las prepagas y obras sociales tiene que ver con la diferencia entre el costo de los productos con trigo y el de los libres de gluten. Las harinas sin gluten llegan a ser hasta un 300% más caras en relación a las que sí tienen. La oferta de este tipo de productos es muy escasa debido a una producción limitada; ésta es una de las respuestas al precio alto. Por otra parte, el acceso se concentra en pocos negocios que generalmente se encuentran con mayor facilidad en las grandes ciudades, es decir, la situación en los barrios y los lugares más alejados es diferente. 

“Sentís que molestás”

Existe un claro avance en la variedad de propuestas sin TACC, cada vez hay más lugares gastronómicos que ofrecen menús sin gluten, vemos más productos de este tipo en góndolas de supermercados, asimismo, el libre acceso de alimentos para personas celíacas sigue siendo un dolor de cabeza. María Luz Fichetti tiene 32 años y fue diagnosticada a los 16 años. En diálogo con La Nueva Mañana dijo que ser celíaco “es caro y las opciones son acotadas”. “Llega un momento en que lo asumís, sobre todo socialmente. Por ejemplo, tuvimos una reunión de trabajo hoy, todos almorzaron empanadas y para mí no había nada. Esto se repite todo el tiempo. No está bueno. Es angustiante, sentís que molestás mucho”. 

La gran mayoría de bares y restaurantes no ofrecen opciones sin TACC. Parte de los que sí incluyen menú sin gluten suelen cobrarlos más caros y generalmente es comida recalentada envuelta en un papel film. “Ofrecen pizzas a veces que son feas, no le ponen ni rúcula para ponerle un poco de onda”, dijo Luz. 

Las normas aún no se cumplen

La falta de capacitación del personal que trabaja en las cocinas y el no cumplimiento de los requisitos necesarios poco empatiza con esta condición de la que padecen muchas personas. Es una cuestión de salud y tiene que respetarse. María Luz relató que en múltiples ocasiones se juntaba en determinados bares con amigos y tenía que pedir delivery de otro lado porque allí no tenían opciones sin TACC.

Otro inconveniente que expuso Luz fue el costo de tarjeta para cenas en fiestas. Explicó que le cobran más porque el menú está libre de gluten. “Me ha pasado que lugares me han ofrecido, por ejemplo, bife con ensalada pero cocinados en la misma cocina que todos”.

El único tratamiento para la enfermedad celíaca consiste en una dieta libre de gluten o sin TACC (sin trigo, avena, cebada y centeno) que debe mantenerse de por vida. No solo el trigo, la avena, la cebada y el centeno contienen gluten. Todos aquellos productos alimenticios industrializados pueden contenerlo. Ejemplo: salsa de tomate, fideos, otros.  En las infancias la situación es bastante compleja debido a que la mayoría de los productos que ofrecen en kioscos y cantinas no son aptos para celíacos. 

“Lo barato y lo fácil es lo que tiene trigo”

“En cada lugar hay diferente accesibilidad. La problemática es social, no hay lugares seguros, no están capacitados, dicen que sí pero no tienen conocimientos en la manipulación de los alimentos. Esto genera frustración a una persona celíaca. No ofrecen porque quieren evitar problemas, que alguien se contamine, se enferme y denuncie. Por eso eligen no trabajar desde ese lugar”, describió Bárbara Lobo, nutricionista especialista en celiaquía, perteneciente a la secretaría de salud de Villa María.

Programa provincial de atención al celíaco

Se encuentra vigente un programa provincial de atención a la persona celíaca que tiene en cuenta las condiciones socioeconómicas y pueden solicitar la tarjeta social sin tacc. “Hay un monto que actualmente es de $5.000 pero esto se va a aumentar en poco tiempo. Pretende ser una ayuda a las personas vulnerables”, explicó Bárbara quien agregó que brindan talleres de cocina para fomentar la alimentación saludable. 

La especialista invita a fomentar a nuevos elaboradores para que la competencia, la variedad y la disponibilidad también ayuden a bajar costos. Si es una misma empresa la que monopoliza, el precio va a ser manejado por ellos mismos. En cambio, si hay elaboradores responsables cambia la perspectiva.  La ley reconoce la necesidad de una regulación, de la atención y la presencia del Estado para aquellas personas que padecen la enfermedad. 

  

 


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