Ed Impresa Mónica Hernández 06/01/2023

Cómo interactúa la flora y fauna del centro de Argentina

Tres amigas biólogas y docentes de Córdoba se embarcaron en este proyecto y le dieron forma en un libro. Sienten que maravillarse por la naturaleza comienza desde pequeños.

Las autoras buscan revalorizar los conocimientos de las personas mayores respecto a la biodiversidad. - ilustración: Luciana Frencia
Las autoras. - Julieta Badini, Cecilia Giovanola y Laura Perasso son las autoras del libro.
Saberes ancestrales. - ilustración: Luciana Frencia

  

Especial para La Nueva Mañana

Las integrantes del equipo se conocieron cuando realizaban una maestría y en realidad surgió la idea de escribir el libro “En el patio de mi abuela Rita” porque creyeron que no había textos para infancias donde abordaran temas biológicos en general pero en particular todo lo que son las interacciones con plantas y con insectos, además de otros animales, cuando vieron que no había material “donde las seños y las profes” pudieran desarrollar actividades con sus alumnos. "Entonces surge la idea de hacer esta historia enfocada en niños de entre 6 y 12 años, y un poco más hacia el secundario, tal vez, donde una niña que va a visitar a su abuela en ese patio que está en las sierras va conociendo cómo ese mundo interactúa, en donde aparecen las plantas nativas con esos insectos asociados, ante lo cual va preguntando y anotando en una especie de diario todo lo que está viendo; esa es la dinámica de la historia”, contó a La Nueva Mañana Julieta Badini.

A partir de la pregunta: ustedes, ¿cómo conocieron la naturaleza? ¿Cómo se les presentó por primera vez?, las biólogas decidieron ponerse a contar la historia en pleno proceso de elaboración, que verá la luz próximamente y que se puede ir reservando desde ahora.

Saberes ancestrales

Por otro lado, “nos pareció como muy importante revalorizar todo lo que son los conocimientos de las personas mayores respecto a la biodiversidad. Entonces, nuestro segundo personaje, que es bastante fuerte, es la abuela que va llevando a la niña a todo ese mundo, a conocerlo con la respuesta a algunas preguntas de la pequeña y la va llevando hacia esa curiosidad, entonces también un poco es rescatar eso, ¿no?”, acotó la especialista.

Para agregar, otra cosa que les parece a las autoras muy importante con este proyecto es todo lo que son las interacciones entre las propias nativas, como por ejemplo un algarrobo con una chicharra, una de las historias, todo basado en investigaciones científicas y además han consultado a colegas ciertos detalles de esos insectos y plantas a través de lo cual ha sido muy útil y con todo lo disponible en la bibliografía pero además teniendo la fuente directa basados en esas investigaciones de alguna manera, de todos los investigadores cordobeses le da una impronta local e importante de rescatar para ponerlo a disposición de los docentes para poder abordarlo en las aulas.

ilustración: Luciana Frencia

Volver a la curiosidad por la naturaleza

Un poco como, a su vez, a nosotros que pertenecemos a la generación del '60 y del ’70  esas historias nos remiten a nuestras infancias, por los sonidos, los aromas y las observaciones de la naturaleza…

Ese era otro de nuestros objetivos, el hecho de volver a la curiosidad por la naturaleza porque además ni siquiera uno estando en las sierras, hoy por hoy, hay que trasladarse para ver las plantas e insectos se pueden hacer desde la casa, en un patio, en una vereda, como que también el espíritu del libro tiene que ver con eso de motivar a los niños para que vuelvan a recolectar elementos y con la misma naturaleza que está allí y que a veces no la vemos; justamente esa es una de las ideas.

En tanto, reconectar las relaciones familiares y con los saberes, especialmente con los abuelos, aprender a revalorizar todo ese conocimiento que traen de sus ancestros. Además, con toda esta onda de cultivar aromáticas en canteros y en balcones para acercarse a los saberes y olores de comidas que nos recuerdan a la infancia.

Por otra parte, “vemos que existe una mayor conciencia en los niños sobre justamente esto y en cómo podemos ayudar de alguna manera pues sabemos que bueno, son varios factores, las ciudades están avanzando y los ambientes naturales retroceden. Ante esto analizamos de qué manera cada uno de nosotros podemos contribuir y también a través de políticas públicas ayudar a que no se produzca el proceso tan fuerte o de detenerlo, en lo concerniente a que cada uno pueda cosechar su propio alimento, ver cuáles son las plantas nativas y todo eso ayuda justamente a esas acciones”.

Si bien todavía no están impresos los ejemplares de “En el patio de mi abuela Rita”, se está difundiendo como una preventa y colaboración que se puede realizar mediante MercadoPago o por transferencia a partir de lo cual se envía un ticket para poder retirarlo dentro de poco tiempo, además de recibir stickers y láminas. Por consultas entrar al Instagram: proyecto.biodiversidad y www.tecito.app.

Perfil de las autoras

A Julieta Badini desde chiquita le gustaba observar insectos y artrópodos. Hacía anotaciones sobre qué llevaban las hormigas y cuánto tiempo tardan en descomponerse los bichos bolita. Esa curiosidad se transformó en 16 años de estudio en Biología, uno de los aspectos que más la movilizan es la comunicación de la ciencia, por lo que realizó charlas, colaboró en podcast y trípticos de divulgación.

Julieta Badini, Cecilia Giovanola y Laura Perasso son las autoras del libro.

También la movilizan las interacciones biológicas entre organismos, particularmente simbiosis entre plantas y animales, por eso comenzó estudiando la dispersión por aves de los frutos de una planta invasora, luego aspectos biológicos de las abejas sin aguijón en el norte de Córdoba y actualmente la diversidad de abejas en los patios domésticos urbanos. De pequeña le hubiese encantado tener un libro sobre interacciones desde la mirada de una niña en un patio acompañada de su abuela. 

Cecilia Giovanola de niña conectaba de manera sensible con la naturaleza observándola, escribiendo poemas, cantando y dibujando. Supo que quería ser bióloga desde la primaria. En el transcurso de la educación superior, se dio cuenta de que algo le faltaba para integrar los saberes de las ciencias exactas con su lado artístico y lúdico. Así fue que decidió enriquecer sus experiencias académicas transitando espacios culturales y alternativas de aprendizaje desde la educación popular. Participó como tallerista de murga en una biblioteca popular de Villa Adela y coordinó un espacio de expresión diversa para infancias en barrio Güemes. Le apasiona la docencia, investigar, filosofar y preguntarse “los porqués” de la existencia. Siente que así es una manera de recordarse niña. Su polinizador adorado es el colibrí cometa y tiene una fascinación por los cactus y sus flores. Su palabra clave: diversidad.

Asimismo, a Laura Perasso ya desde pequeña le interesó la escritura, pues amaba realizar bitácoras ilustradas con registros de plantas de su patio, así como tomar fotos de la composición de su huerta. Durante su adolescencia continuó con esa motivación e interés por las plantas y por la escritura. Ha pasado largas temporadas con sus queridas abuelas, quienes la acompañaron en el mundo del conocimiento de las plantas, intercambiando con ellas semillas, bulbitos, tubérculos y brotes de plantas de sus jardines.

Está muy interesada en temas relacionados con la crianza fisiológica y con la educación de niñas y niños. Le encanta compartir los conocimientos científicos de manera tal que los y las interpele a descubrir, asombrarse y conservar las maravillas de la naturaleza.

Las ilustraciones están a cargo de la artista plástica Luciana Frencia.

 


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