"Ahora siento alivio, Fue muy duro. La presión. El laburo de dirigente es muy ingrato, sufre la familia, sufrís vos, no dormís. Esto es un mimo, tenés pasión, te pones un objetivo de ayudar a tu club y me toca estar acá como presidente. Le doy gracias a mi equipo de trabajo, porque gracias a ellos estamos acá", fue lo primero que le dijo Juan Manuel Cavagliatto, presidente de Instituto, a LA NUEVA MAÑANA apenas se consolidó el ascenso de la "Gloria" a Primera División.

El máximo dirigente del club de Alta Córdoba estaba visiblemente emocionado cuando dialogó con este medio, mientras los jugadores daban la vuelta olímpica en el Monumental. No podía dejar de expresar esa sensación que hizo referencia (alivio), con los ojos llorosos. Apenas finalizó el juego se dio un fuerte abrazo con Federico Bessone, mánager del club. Ambos claves en este presente de la "Gloria".

Cuando inició el año, Instituto tenía 3 mil socios. Hoy tiene más de 30 mil. Todo una muestra del acompañamiento de la gente con este proceso. A propósito, dijo: "Me genera satisfacción ese dato. Cuando sos hincha de un club que querés tanto, querés que le vaya bien. Tomamos decisiones acertadas. Hoy con el resultado puesto lo vemos. Tomamos decisiones que nos hacen estar viviendo este momento".

- Ya el lunes te van a estar pidiendo jugadores para Primera. ¿Cómo haces para disfrutar este momento?

- Ahora disfruto dos horas y después me pongo a trabajar para adelante.

- ¿Sabes que entraste en la historia, siendo el presidente de Instituto en el año que logró el título de Liga Nacional de Básquet y el ascenso a Primera División de fútbol?

- Sí -hace una pausa y suspira-. Se lo dedico a mi abuelo y a i viejo. Mi viejo (Mario) hizo muchas cosas por este club, lloró por este club. se enfermó por este club, se peleó con mucha gente por este club, esto es de él, todo de él.