Ed Impresa Flavio Colazo 25/02/2022

“El espionaje ilegal del macrismo estuvo concebido de antemano”

Entramado y alcance de la causa conocida como el D´Alessiogate. La Nueva Mañana dialogó con la periodista y escritora María Belén Bartoli, autora del libro “Espiados”.

María Belén Bartoli, autora del libro Espiados: “Hubo 5 personas que no fueron espiadas ni investigadas nunca por D´Alessio, estos son: Mauricio Macri, Patricia Bullrich, Gustavo Arribas, Silvia Majdalani y el fiscal Carlos Stornelli”.

 

 ENTREVISTA

Especial para La Nueva Mañana

A partir de la causa iniciada en el juzgado de Dolores sobre Marcelo Sebastián D´Alessio –conocida como D´Alessiogate- la periodista y escritora María Belén Bartoli realizó una profunda investigación periodística que concluyó en un libro apasionante que da cuenta de un increíble -pero real- entramado de espionaje ilegal pergeñado por el poder político/judicial/mediático que fue llevado adelante por agentes de inteligencia oficiales y extraoficiales, y que operó impunemente entre los años 2015 y 2019 causando severos daños hacia el interior de nuestro sistema democrático. La Nueva Mañana dialogó con la autora sobre su labor para realizar el libro, así como sobre los hallazgos más comprometedores descubiertos en el curso de su investigación.

¿Con qué se va a encontrar el lector que aborde Espiados?

-Con un texto del género no ficción; Espiados es un relato de espías cuya trama ocurrió- y está ocurriendo- en Argentina; cuenta lo que pasó en Argentina, en forma de novela todo lo que cuento es real: espías que se meten en el sistema judicial, en la política, en el periodismo, en el espectáculo y en el deporte. También Espiados cuenta cómo un juez, Alejo Ramos Padilla, contra viento y marea, avanzó y desatapó un sistema de espionaje ilegal que funcionó durante el gobierno de Mauricio Macri y que fue política de estado.

¿A qué casos se refiere cuando dice que el espionaje se metió en el periodismo, espectáculo y deporte?

-En deporte porque D´Alessio tenía contactos dentro de la AFA, inclusive para una gira -que la selección argentina iba a realizar en Israel- presentó un proyecto de un plan, de un sistema de seguridad para la selección; pero el propósito último era hacer negocios y comprar aparatología de inteligencia durante la gira. Finalmente, la gira se suspendió y se frustró ese proyecto. Además D´Alessio era piloto de turismo carretera, y allí también realizó operaciones de inteligencia. En el ámbito del espectáculo actuó junto a la desaparecida Natacha Jaitt, quien denunció casos de pedofilia que involucraban a diferentes personalidades públicas -políticos, periodistas, dirigentes sociales, etc.- en una operación presentada en la mesa de Mirtha Legrand. Y dentro del ámbito de los medios fueron espiados el animador televisivo Alejandro Fantino y la periodista Romina Manguel.

¿A qué tipos de fuentes recurrió para conformar la investigación que sustenta el libro?

-Utilicé entrevistas personales al juez de la causa – y a otros jueces-, a dirigentes del Frente de Todos, a dirigentes de Cambiemos –quienes prefirieron hablar en “off” (sin ser grabados), a periodistas, a fiscales;  además accedí a: todos los fallos del Juzgado Federal Nº 1 de Dolores;  decretos de Necesidad y Urgencia; resoluciones del Poder Ejecutivo; resoluciones del Consejo de la Magistratura; resoluciones de la Cámara de Diputados y del Senado; a material audiovisual de canales de televisión; links de diversos portales; notas de diarios y radio, y en plataformas como Youtube. 

“D´Alessio tenía contacto con los comisarios Degastaldi y Bogoliuk, quienes eran miembros-parte de la organización, y con el periodista del diario Clarín Daniel Santoro”.

- ¿Cuál fue su motivación original para abordar el libro?

-Lo que yo veía en 2019, en marzo y abril, que había un gobierno que atacaba muchísimo al juez de la causa, Alejo Ramos Padilla, y que ese juez avanzaba convencido, aun cuando era presionado para que actuara en sentido inverso. Alejo Ramos Padilla tuvo que soportar hostigamientos periodísticos y hasta el mismo sistema judicial le negó recursos para avanzar en su investigación: La Policía Federal le decía que no tenía nafta para llevar a los testigos a declarar; los propios empleados y empleadas del juzgado fueron espiados y les pincharon los teléfonos; por las redes sociales se comunicaba cuando el juez no tenía custodia o estaba solo. A pesar de todo eso vi a un juez que avanzando en soledad fue consiguiendo consensos en la sociedad para seguir investigando.

- ¿Con cuáles inconvenientes se encontró para llevar adelante la investigación? ¿Y con cuáles colaboraciones contó? 

-El mayor fue la pandemia -me obligó a hacer las entrevistas de manera virtual-. Luego, muchos de posibles entrevistados que tenía en mente no se mostraron predispuestos; pero más allá de que hubiera querido contar con sus voces en el libro, el derecho a réplica se les fue concedido. Pude entrevistar a todas las personas que quise, y a las que no hablaron igual pude llegar; se negaron, pero les ofrecí la posibilidad.

¿Qué le llamó más la atención de las espiaduras ilegales?

- Que a medida que avanzaba en la investigación dentro del sistema político iban saliendo a luz espiaduras a un sinfín de políticos opositores y propios; pero hubo 5 personas que no fueron espiadas ni investigadas nunca por D´Alessio estos son: Mauricio Macri, Patricia Bullrich, Gustavo Arribas, Silvia Majdalani y el fiscal Carlos Stornelli.  Porque, concluyo, ellos eran unas de las tantas personas que le pedían a D´Alessio que hiciera operaciones de espionaje ilegal, porque era una forma -desde la matriz del pensamiento de Macri- de ejercer el poder.

-¿Pudo entrevistar a D´Alessio?

-No, pero entrevisté muchas veces a Claudio Fogar, su abogado; también le propuse a D´Alessio que escribiera una carta, prometiéndole que la iba a publicar sin tocar ni una coma. A D´Alessio le gustó la idea, pero Fogar lo frenó –como también frenó la entrevista a D´Alessio-  porque me dijo que, al estar yo demasiado empapada en la causa, tenía temor que D´Alessio me confesara nuevos delitos, o que lo que me dijera a mí le generara problemas en la defensa que Fogar tenía que realizar. Por eso no lo entrevisté, pero D´Alessio siempre estuvo al tanto de los pasos de mi investigación. Ahora, con el libro en sus manos, la idea es que en las próximas semanas pueda por fin entrevistarlo.

-¿Cómo, cuándo y para qué se conformó el sistema de espionaje ilegal macrista?

-Bueno, por ejemplo, las bases AMBA –bases de inteligencia que funcionan dentro de la provincia de Buenos Aires- fueron ampliadas de tres a nueve; y fueron usadas para espiar a comedores comunitarios, utilizando un Excel para llevar cuenta de cuánta comida recibía una persona, si ésta era un puntero político o no. Hacían fichas de cada dirigente político como si fuera la Dipa (Agencia de Inteligencia de la dictadura cívico/militar entre 1976 y 1983); toda esa información recolectada -que no derivó en ninguna denuncia judicial- el macrismo pensaba utilizarla como “carpetazo” y método de extorsión para ganar las elecciones del 2019. No lo pudieron hacer por esta causa que llevó adelante el juez Alejo Ramos Padilla.

Daniel Santoro: Periodista de la sección de judiciales del diario Clarín.  D´Alessio le contaba las operaciones y las extorsiones que estaba haciendo, quien avalaba y permitía que eso suceda porque era parte.

-¿En cuántas causas por espionaje ilegal está involucrado D´Alessio? 

-D´Alessio está involucrado en la causa que es la 88/2019, la del juzgado de Dolores –causa conexa con la de las bases AMBA-, y también afrontó un juicio por extorsión -en la que participó el fiscal suspendido Juan Ignacio Bidone, en una causa iniciada por Gabriel Traficante. Estas son las causas en las que está involucrado D´Alessio, quien sigue preso a la espera de fecha para el juicio por D’Alessiogate.

-¿Realmente podía D´Alessio “voltear” al gobierno de Macri con sus declaraciones? 

-Yo creo D´Alessio tiene muchísima información que involucra a la administración Macri; de ahí a “voltear” a un gobierno democrático es muy difícil, no creo que hubiera podido generar eso. El caudal de pruebas que Ramos Padilla encontró en los allanamientos no parece ser suficiente. Creo que esa declaración fue un mensaje a terceros, y también creo que si D´Alessio hablara un poco más podría comprometer a más funcionarios, o comprometer más aún a quienes ya están comprometidos.

-¿D´Alessio tiene respaldo político-judicial?

-Sí, él tiene ese respaldo. Pensemos que la causa de él -radicada en Dolores porque quien lo denunció, Pedro Etchebest, dijo que la extorsión a él se produjo en Pinamar, que corresponde al juzgado de Dolores, tres años después logra que se traslade a Comodoro Py, un resguardo de jueces macristas. Significa que todavía hay un fuerte respaldo político y judicial para este tipo causas. Stornelli nunca le soltó la mano a D´Alessio -más allá de la fachada de denuncia en contra de D´Alessio que realizó-. En lo político D´Alessio se vinculó con Patricia Bullrich y con Paula Olivetto; con él círculo rojo de Argentina; con un empresario muy importante como es Mario Montoto; y también dialogaba con algunos gobernadores.

-¿D´Alessio tenía contactos fuera de los políticos? ¿Quiénes eran?

- Tenía contacto con los comisarios Degastaldi y Bogoliuk, quienes eran miembros-parte de la organización que D´Alessio comandaba, y con el periodista de la sección de judiciales del diario Clarín, Daniel Santoro -a quien le contaba las operaciones y las extorsiones que estaba haciendo-; quien avalaba y permitía que eso suceda porque era parte. D´Alessio era un agente de inteligencia con gran nivel de actividad; Ramos Padilla, en el allanamiento, se encontró con más de treinta operaciones en curso.

-¿Qué es lo que más le asombra de todo lo que investigó? 

-La impunidad y el poder de daño ejercido; el daño que le hicieron al poder político y al poder judicial en cuanto al descreimiento que instalaron en la sociedad; esto es una bomba de tiempo para cualquier país.

¿Por qué lo hicieron con tanta torpeza?

 -Creo que lo hicieron así porque el macrismo creyó que el peronismo no volvía más al poder. Creo que por eso dejaron expuestas brutalmente las marcas de lo que hicieron. 


Participación de EE.UU en el armado del espionaje

La exministra de Seguridad, Patricia Bullrich, participó de un evento en el cual se efectuó un reconocimiento a las acciones desarrolladas en materia de Seguridad y lucha contra el Narcotráfico realizadas en conjunto con las agencias gubernamentales de los Estados Unidos de Norteamérica en el período 2016-2019. Durante la ceremonia también estuvieron presentes el embajador de los EE.UU. en nuestro país, Edward Prado; la ministra consejera de la Embajada, Marykay Carlson; el secretario de Seguridad de esta cartera.

-Desde el escándalo de Watergate (1972-1974) -hasta la investigación en curso respecto al supuesto espionaje realizado por el partido demócrata de los EEUU contra Donald Trump-el mundo observa que el espionaje ilegal con fines políticos en EEUU es un mecanismo reiterado. ¿Puede el macrismo haber pretendido emular aquel comportamiento de la gran potencia americana? ¿Puede haber habido algún tipo de participación por parte de la administración estadounidense en cuanto a sugerencias metodológicas para el armado de la estructura de espionaje?

- La respuesta a esta pregunta podría resumirse en un gran SÍ -a todo-; y además que es lo que voy mostrando a lo largo de toda la investigación periodística. Hubo mucho más que un guiño de los EE.UU. para que el espionaje ilegal fuera una política de estado en Argentina entre 2015 y 2019.  Algunos  datos que aparecen en el libro: Patricia Bullrich visitó varias veces los EE.UU. en febrero del 2018, la titular de la cartera de Seguridad realizó una gira por Washington, visitó la sede del FMI, la oficina de Seguridad del Interior y el Departamento de Estado; allí se reunió con el jefe de la Agencia para el Control de Drogas (DEA) , Robert Patterson, se sacaron fotos e incluso Bullrich fue premiada por su labor para combatir la corrupción, y también establecieron nuevos formatos para medidas de seguridad que EE.UU. sugería para Argentina.

Por otra parte, Mauricio Macri, el 24 de marzo de 2015 -14 días después de haber asumido la presidencia- a través del Decreto 256/2015 transfirió el Departamento de Intercepción y Captación de las Comunicaciones a la Corte Suprema de Justicia -ahí nació la Dajudeco-. Macri, también durante esos primeros días, volvió –DNU mediante- a los fondos reservados para la Agencia Federal de Investigación (AFI) -cuando hasta entonces eran fondos públicos-; esto último significa que la utilización del método de espionaje ilegal fuera una política de estado que estuvo pensada y concebida de antemano, desde antes de asumir. EE.UU. no solo dio el ok sino que avaló, permitió y hasta financió estas prácticas -al otorgar un préstamo con fines netamente políticos reconocido por ellos mismos-. EEUU apuntó a recolonizar a Argentina. Esta metodología propugna descreditar al sistema político y al judicial para debilitar nuestra democracia.

 

 


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