Este lunes Córdoba reportó la cifra más alta de contagios de coronavirus en lo que va de la pandemia: hubo 5.583 casos en 24 horas y las alarmas sanitarias, con la detección y circulación comunitaria de la variante Ómicron, siguen al rojo vivo. “Córdoba pasó a ser el epicentro de la variante Ómicron en nuestro país y un espejo a donde podrían reflejarse en poco tiempo el resto de las provincias”, alertó el virólogo Humberto Debat, quien también es integrante del Proyecto Argentino Interinstitucional de Genómica de SARS-COV-2.

El aumento de contagios en la Ciudad sigue siendo exponencial: hace dos semanas los casos eran 200, a la semana siguiente treparon a 700, y este lunes, la escala superó los 5.000 contagios. El embate de Ómicron se refleja en la fuerte demanda de testeos, que esta semana reportó demoras de hasta 10 horas.

Esta progresión "es típica" de una curva epidemiológica de esta nueva variante que se ve en los países donde se está estableciendo al punto de ser dominante: “Un rápido aumento de su frecuencia, desplazamiento de otras versiones del virus, y un nivel inédito de contagios en tiempos cortos”, explica Debat a La Nueva Mañana.

 Cambio en la situación epidemiológica

En este marco, hace unos días se liberó el último reporte de vigilancia genómica de la provincia de Córdoba, realizado por el Laboratorio Central de Ministerio de Salud y el Instituto Vanella de la Universidad Nacional de Córdoba. En este último informe, quizás el dato más relevante no es solo la identificación y detección de Ómicron en Córdoba, sino "su paso, en apenas semanas, del 2% al 63% de los casos".

Entre el 15 y 17 de diciembre, que fueron los últimos días investigados, el 62,8% de las infecciones muestreadas en Córdoba correspondían a la variante Ómicron, es decir que “no solo Córdoba es la primera provincia con evidencia de circulación comunitaria Ómicron, sino que esta variante ya es dominante; en contraste con el resto de distritos a nivel federal, es la única jurisdicción donde es dominante”, explica Debat y agrega que en el resto de las provincias hay detecciones esportádicas, algunos casos de personas sin antecedentes de viajes pero aún ninguna provincia reporte porcentajes relevantes impulsados por esta variante.

Respecto a los contagios reportados este lunes, el virólogo puntualizó que si bien tienen alguna carga relacionada al fin de semana, son por encima de los 20.000 y casi un 25% de los mismos corresponden a Córdoba, que tiene una población del 8% a nivel federal. “Lo mismo este domingo vimos cómo Córdoba tenía más casos notificados que la provincia de Buenos Aires, que cuenta con prácticamente el 40% de la población del país. En ese sentido, vemos una clara asociación entre la identificación y establecimiento de Ómicron en Córdoba, un cambio dramático en la situación epidemiológica”.  

 Una ola virulenta y más concentrada

Los últimos datos indican que la variante Ómicron es entre tres y cuatro veces más transmisible que la variante Delta, aunque una publicación reciente, epidemiológica y retrospectiva de Sudáfrica sugiere que sería un 30% severa respecto a Delta. Pero “esa baja en la severidad en el contexto de una gran cantidad de contagios siempre implica que una pequeña porción de nuestros contagiados van a ser hospitalizados y eventualmente pueden fallecer", aclara Debat.

En ese marco, nadie puede dar certezas concretas sobre lo que sucederá con esta ola de Ómicron en el país, pero de acuerdo a la experiencia de los tres países donde Ómicron fue dominante –Sudáfrica, Noruega y Dinamarca-, puede registrarse una curva abrupta y pronunciada de contagios y luego empezar algún descenso.

 “Esa curva tan pronunciada, tanto de aumento de casos como descensos, en una ventana de tiempo mucho más corta que en olas anteriores, alrededor de un mes, refleja el potencial de que esta nueva ola de Ómicron podría llegar a ser una ola más concentrada de casos en una ventana de tiempo más corta”, describe el virólogo, pero puntualiza algunas aristas.

Por un lado, la posibilidad de que esta tercera ola eventualmente pase más rápido, y por otro lado, la alta complejidad de que una gran cantidad de contagios se sucedan en una ventana de tiempo corta, que puede afectar impactando en el sistema sanitario por la alta demanda en la atención. Una buena razón para replegar la vida social por estas semanas y reforzar más que nunca los cuidados sanitarios personales. 

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