Talleres exhibió sus credenciales y sacó chapa ante Temperley, al que no le perdonó sus inocencias y con mucha solvencia, oportunismo y sufrimiento al final, derrotó 2 a 1 en cancha de Lanús para llegar a semifinales de la Copa Argentina. Ahora espera rival que saldrá del duelo entre Tigre y Godoy Cruz pero ya la ilusión inunda a todo barrio Jardín, soñando con dar el golpe deseado.

Y eso que le costó acomodarse al partido y la pasó mal gran parte del primer tiempo. De hecho Temperley desaprovechó dos contras claras tras un flojo repliegue albiazul luego de dos corners mal ejecutados, donde el albiazul se salvó de milagro. Y a equipos entonados con la jerarquía de Talleres, perdonarles la vida es el peor pecado. Por eso cuando Carlos Auzqui capturó una pelota en el área para sacarse un hombre de encima y asistir a Michael Santos, la historia cambió de rumbo. Era la apertura del marcador casi sin merecerlo en los muchachos que dirige Alexander Medina,  por eso el gol fue más un alivio que una consecución del propio juego.

Santos otra vez estuvo más despierto que todos en el inicio del complemento y listo, capitalizó la distancia final. De nada sirvió el panorama de Allione ni la dinámica de Díaz  lamentando las ocasiones desperdiciadas y sin posibilidad de reacción. El descuento de Ezequiel Rodríguez a puro amor propio encendió alarmas y aportó suspenso pero no iba a ser suficiente. Eso no quita que el albiazul tenía el duelo controlado y terminó acorralado esperando el final como alivio supremo.

Talleres juega a dos puntos mientras mantiene la cima del campeonato en la Liga Profesional y no pierde su ilusión en Copa Argentina.