“Lo que necesitamos para que bajen los contagios es que la gente vea a menos personas y las vea en contextos del menor riesgo de contagio posible. Solo así van a comenzar a disminuir los casos”, dice a La Nueva Mañana, Rodrigo Quiroga, bioinformático, investigador del Conicet y docente universitario, quien forma parte del grupo de especialistas que asesora al Gobierno y es uno de los investigadores que se me metió de lleno a procesar estadísticamente datos sobre la pandemia en el país.

“La situación es realmente crítica y los casos están aumentando a una velocidad impresionante, los últimos cuatro, cinco días. Y va a seguir empeorando mientras no se tomen medidas, que deberían ser muy fuertes, que cambien drásticamente la conducta de la ciudadanía porque es justamente a lo que apuntan las medidas”,  dice el científico tras el pico de contagios y muertes que reportó el Ministerio de Salud de la Nación: cifra que este miércoles arrojó 39.652 contagios y 494 muertes y el día previo, la cifra también fue superior a los 35.000 y la cantidad de fallecidos alcanzó a 745 persona. El momento  más trágico, hasta el momento, de la pandemia en el país.  

Según la Sociedad Argentina de Terapia Intensiva esta semana el 94% de las camas están ocupadas. Dicha medición, en general, se realiza tomando en cuenta los hospitales de referencia, los más grandes y acá en Córdoba,  efectivamente  el Hospital de Clínicas, el Hospital  San Roque, el Hospital Rawson están a tope de capacidad. “Tenemos un 95% de la  ocupación y porcentaje menor en el hospital modular”, indicó a este medio, Miguel Díaz, director del Rawson y agregó que dentro del hospital se vive una realidad definida por el número importante de personas afectadas por coronavirus y las personas con enfermedad grave, y “como contrapartida, afuera pareciera que no pasa nada”. 

Quiroga sostiene que se puede pensar la situación en medidas de mínima y de máxima: “las medidas de mínima son las que hizo el AMBA, o lo que debería haber hecho Córdoba en su momento, y que realmente no hubo muestras del Gobierno provincial de estar convencido por esas medidas, aunque muchos advertimos del riesgo de la situación en la que estábamos”, dice. 

En esa línea el investigador precisó que en la Provincia se minimizó el riesgo que se corría y “las decisiones tomadas fueron a medio pelo”, intentando incluso alargar los horarios de algunos comercios respecto a los que hacía Nación. “No se controló nada por lo que el cumplimiento ha sido muy bajo y hoy tenemos los resultados de eso. Lo vemos en el récord de casos día a día”, agrega. 

En ese sentido, las medidas de ahora “de mínima”, y de las cuales se habla que el Gobierno provincial tomaría, es prohibir reuniones sociales por dos semanas pero continuar con las clases y continuar con todo lo que es el trabajo. Sobre ello, Quiroga explica que el  riesgo que tiene esta estrategia de mínima es poder no ser suficiente para frenar los casos o incluso, aunque los frene, de acá a dos semanas, con estas medidas intermedias, se va a necesitar prolongarlas, y luego otros vez, seguir prolongando. “El acatamiento empezará a disminuir, los casos volverán a subir y se acumulará en ese tiempo muchísimos fallecidos y estas en la misma situación que antes o peor porque la gente está cansada de las medidas tomadas”, detalla.

Para el científico lo más lógico ahora es tomar “una medida de máxima”, intentar realmente “un cierre total y absoluto de 14 día, aclarándose a la población que no se va a extender, que en todo caso, después de esos 14 días, se irá liberando, sacando restricciones de a poco a medida que la situación mejore”. 

“Hay entendimiento de parte de la población, se palpa que hay preocupación y toma de conciencia de la gravedad de la situación. Podría llegar a ser un error grave tomar medidas suaves o intermedias porque las proyecciones muestran que tal vez, no se vaya a lograr el efecto deseado y en dos semanas, se va a tener que prorrogar y de acá a un mes, cuando otros vez pase lo mismo, ya perderán efecto en el acatamiento y la situación volverá a empeorar”. 

 Está claro que se necesita bajar la cantidad de contagios de manera rápida, urgente, para que así,  lograr disminuir la cifra de los fallecidos por coronavirus. Sin embargo, varios mandatarios provinciales ya anticiparon que irán por las medidas de mínima o media, donde el objetivo solo es que no se sature el sistema de salud. Córdoba, al igual que Mendoza y Santa Fe -que esta semana se vio obligada a suspender la presencialidad en las escuelas- están entre los distritos que han desoído a tiempo, la necesidad de implementar medidas más firmes para proteger a la población y evitar esta escalada de contagios.

Esta cantidad de contagios que tenemos hoy, casi 40.000, "más o menos corresponden a unos 800 o 900 fallecidos de acá a dos semanas”, advierte el científico. “Si vamos a tener esa cantidad, eso no es sostenible en el tiempo. Cualquier estrategia que intente mantener esa cantidad de casos, sería dramática porque ahí estaríamos hablando de 20.000, 25.000 o 30.000 muertes por mes y eso es una locura”, dice Quiroga y agrega: “El mejor plan es ir a una cuarentena estricta pero no parecer ser que es lo que planean las autoridades provinciales ni nacionales”. 

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