El padre de uno de los rugbiers que fueron denunciados por una brutal golpiza contra un adolescente, salió al cruce de la versión del denunciante, al señalar que la versión de su hijo difiere a lo que fue relatado por Lautaro.

Según dijo, su hijo de 17 años, se hizo presente en la vivienda en el barrio cerrado para buscar a dos de sus amigos que se encontraban en el interior de la fiesta y que fue autorizado a ingresar por parte de una de las madres presentes en el festejo. Y aseguró que su hijo fue agredido por el muchacho, dueño de casa.

“Lautaro Insúa le aplicó un tackle a mi hijo, lo tiró contra un alambrado, luego mi hijo pudo zafar, reaccionó mal, le pegó dos o tres trompadas y no pasó más nada”, dijo Facundo, el padre que es integrante de la comisión directiva del Tala Rugby Club.

Indicó que no fue un ataque en patota como se mencionó en un principio, sino una pelea entre su hijo y Lautaro Insúa. “Le pegó dos trompadas y le rompió la nariz”, insistió.

El hombre se puso a disposición de la familia Insúa, a la que le pidió disculpas por el hecho. “La madre de Lautaro no aceptó que nos reunamos”, indicó en declaraciones a Cadena 3.

Por el episodio ya actúa el comité disciplinario del Tala Rugby Club y se espera que intervenga en lo deportivo, también, la Unión Argentina de Rugby (UAR).

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