Polifacético porque en él confluyen destinos naturales, arqueológicos, de aventura, entretenimiento o relajación; especialista por el legado de conocimientos y monumentos únicos que dejó su pasado ancestral, y cautivador porque quien se acerca descubre mucho más de lo que esperaba. Así se define Perú ante los ojos del mundo, que llega a esta tierra milenaria cautivado por sus múltiples contrastes y las experiencias únicas que ofrece.

Su misticismo descansa no sólo en el legado inca de Machu Picchu sino también en la confluencia de tradición y modernidad de Lima; el lujo y placer de las playas del norte; el desierto costero que guarda el misterio de las líneas de Nasca; la imponente Cordillera Blanca ubicada en el departamento de Ancash, la mágica biodiversidad de la Amazonía y la experiencia de surcar las aguas plateadas del lago Titicaca en Puno, por mencionar sólo algunos de los principales atractivos.

Esa multiplicidad es la que buscó reflejar el roadshow organizado por PromPerú (Comisión de Promoción del Perú para la Exportación y el Turismo) que en julio recorrió el interior del país y pasó por Córdoba, la segunda ciudad argentina emisora de turistas detrás de Buenos Aires.
“Cuando hablamos de Perú sabemos que hay lugares que se venden por sí solos pero queremos incentivar y promover la diversificación del destino. Que la gente sepa que tenemos costa, sierra y selva; aventura, naturaleza, cultura, lujo, turismo urbano y cosmopolita”, precisó en diálogo con La Nueva Mañana Araceli Carpio, especialista de PromPerú en el mercado argentino. Y entre algunas de las principales curiosidades mencionó: “En la selva del norte es posible atravesar el río Amazonas en un crucero de lujo o disfrutar del confort de un lodge en el medio de la espesura, hacia el sur”.

“Argentina es un mercado importante para Perú porque de los 22 ‘países priorizados’ a partir de diferentes variables (como flujos de visitantes, ingresos económicos, entre otros) ocupa el cuarto lugar como emisor de turistas a nivel latinoamericano y el quinto a nivel mundial”, puntualizó.
Según las cifras oficiales, en 2016 llegaron a Perú más de 175 mil turistas argentinos, una tendencia que va en alza teniendo en cuenta que en el primer trimestre de este año los arribos aumentaron más del 10 por ciento.

Entre los factores que inciden se encuentra la conexión aérea. “Hasta hace dos años teníamos conectividad sólo a Córdoba y Buenos Aires, y ahora sumamos Mendoza, Salta, Rosario y pronto Tucumán, lo que nos hace pensar que si hasta ahora la llegada de turistas era buena seguirá creciendo”, agregó.
Otro aspecto clave es la gastronomía peruana, ya que “del total de turistas que visitan Perú, el 13% lo hace motivado por los sabores de nuestra cocina”, aseguró Araceli.

“En este rubro somos más que buenos porque contamos con una geografía con diferentes pisos altitudinales y climas que nos permiten tener una enorme variedad de frutos; más de tres mil tipos de papas; más de mil tipos de quinuas; maíces de todos los colores, sabores y tamaños; además de recetas ancestrales que vienen de culturas prehispánicas y que se han mantenido en el tiempo. Así como se habla quechua en zonas andinas aún se cocina con herramientas de la tierra como el batán”, destacó.
Entre los platos más representativos se encuentran el tradicional ceviche, el lomo saltado, la papa a la huancaína, ají de gallina, adobo de chancho arequipeño, rocoto relleno; postres como suspiro limeño, mazamorra morada, leche asada y el infaltable pisco peruano, la bebida nacional. 

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