La Sala II de la Cámara Nacional de Casación en lo Criminal y Correccional confirmó en las últimas horas las condenas de seis policías federales y de un penitenciario por los delitos de abuso sexual y promoción de la corrupción de menores, por hechos ocurridos entre 2009 y 2011.

Las dos víctimas tenían entre 13 y 15 años y entre 14 y 16 cuando se cometieron los abusos sexuales. Así, y tras el nuevo fallo, los policías Sebastián Borfitz y Héctor Palavecino, según publicó el portal Fiscales.gob.ar, recibieron una pena de 16 años de prisión, con el agravante de haber abusado de su autoridad por ser agentes de una fuerza de seguridad.

Mientras que al agente de la Policía Federal Gustavo Salinas le fijaron una pena de 14 años de prisión; y a Mauricio Acevedo lo condenaron a 12 años y seis meses.

En tanto que a Jorge Acevedo, hermano de Mauricio, y efectivo del Servicio Penitenciario Federal, los jueces consideraron que le correspondía una pena de 12 años.

Por otra parte, Héctor Martínez fue sentenciado a 10 años por la misma calificación pero por su intervención con respecto a una sola de las chicas; y en esa misma línea, Miguel Campero recibió una condena de siete años de prisión.

En la etapa de alegatos, la fiscalía había solicitado para los acusados penas que iban desde los 12 años y seis meses hasta los 17 años.

Según pudieron establecer durante la investigación y el juicio, para cometer los abusos, los efectivos se aprovecharon del "grave estado de vulnerabilidad" que las dos hermanas atravesaban; de la relación de superioridad y del poder que tenían sobre ellas por la mayoría de edad y por la condición de funcionarios públicos que tenían.

Las chicas, según el fallo, eran buscadas en algún sitio de la Ciudad de Buenos Aires, la mayoría de las veces en el Parque Lezama, y luego eran llevadas a la pensión de la calle Warnes 2105, donde residían agentes y aspirantes de la Policía Federal o al predio del Cuerpo de Policía Montada, ubicado debajo de la Autopista "Presidente Héctor Cámpora" (AU 7).

En el fallo, se señala que pudo corroborarse que en varias ocasiones los ahora condenados, luego de someterlas, les enviaban mensajes amenazantes para que las chicas siguieran bajo su control "a fin de satisfacerlos sexualmente".

Las condenas habían sido dictadas en el año 2016 por el Tribunal Oral en lo Criminal número 17, integrado por los jueces Pablo Vega, Alejandro Nocetti Achaval y Juan Giudice Bravo, pero las defensas de los acusados presentaron sus recursos ante Casación.

Según se publicó, la mayoría de los planteos de la defensa de los condenados cuestionaba los fundamentos por falta de pruebas o por una valoración errónea de ellas; y también criticaban el informe de los peritos que intervinieron en la causa y que evaluaron a las dos víctimas.

Otro de los puntos que marcaron las defensas, fueron las supuestas contradicciones en los testimonios de las hermanas, y remarcaron que varios de los imputados sostuvieron durante el proceso judicial que las víctimas "iban por su cuenta" a verlos.

Fuente: Noticias Argentinas