Ed Impresa Adrián Baigorria 21/06/2019

‘Variaciones’: rock nacional como nunca lo escuchaste

El notable pianista Guillermo Di Pietro presenta este sábado, su disco ‘Variaciones 10 años en vivo’, en el Aula Magna de la Facultad de Ciencias Exactas.

"Mi material de trabajo son los artistas que escuché en la adolescencia; ese repertorio para mí es fundamental y tiene una carga afectiva que ningún otro tiene", afirma Di Pietro. Foto: Julio Audisio.


Especial para La Nueva Mañana

Versionar composiciones de canciones populares, por ejemplo de rock nacional, es relativamente frecuente. Que el repertorio sea exclusivamente eso y hacerlo con originalidad es una excepción. Pocos músicos pueden arriesgarse sólo desde el piano a intentar darle una vuelta de tuerca con altura a un repertorio compuesto exclusivamente por canciones del rock nacional escritas por popes como Spinetta, Charly o Páez.

Uno de esos artistas es el virtuoso pianista Guillermo Di Pietro que, partiendo desde la composición rock, hace que los temas lleguen al jazz, al tango, y hasta suenen, en algunos casos, con ciertos aires de la música académica.

Oriundo de Marcos Juárez y formado en el Conservatorio Manuel de Falla de Buenos Aires, Di Pietro viene trazando a lo largo de sus cinco discos editados versiones increíbles -por su originalidad interpretativa y exquisitez de ejecución-, de canciones de los principales artistas del rock nacional que anidan en el inconsciente colectivo de tres generaciones.

‘Buscar formas nuevas para que estas canciones preciosas sigan hablando’

La Nueva Mañana dialogó con el pianista sobre su concierto de mañana en el Aula Magna de Ciencias Exactas, en el que estarán la cantante Guadalupe Gómez y el acordeonista Juan Sans como invitados, para mostrar sus nuevas ‘Variaciones’ de composiciones emblemáticas de las figuras centrales del rock nacional.

Resulta relevante hallar en dónde reside la originalidad de las versiones de glorias sagradas del rock nacional como Spinetta, Charly o Páez, dado que es notable la manera en que reconocidas canciones son llevadas a otro plano por el pianista, oscilando entre lo académico y las huellas de su raíz popular. Entonces, Di Pietro responde: “procuro evitar los lugares comunes, los géneros cerrados, las fórmulas de manual. He aplicado a este repertorio memorable, algunos procedimientos musicales que nadie antes se había tomado el trabajo de hacer. En ese sentido, este repertorio está bastante virgen aún.

Siempre parto de un “qué pasaría sí….”. Para mí es una pregunta desestabilizadora, porque implica habilitar un mundo de posibilidades, no cerrar opciones. Trato de buscar formas nuevas para que estas canciones preciosas sigan hablando. Por supuesto que aún tienen mucho para decirnos. Yo las pongo a dialogar con otras músicas que, en principio, podrían no tener conexión.”

¿Por qué elegiste a Spinetta, Charly y Páez, más algo de Cerati y Sumo, para hacer tus versiones?

- Mi material de trabajo son los artistas que escuché en la adolescencia; ese repertorio para mí es fundamental y tiene una carga afectiva que ningún otro tiene. Todo el repertorio que toco tiene que ver con eso. Particularmente, esos tres artistas son como la red que teje gran parte de mi educación sentimental.  Es mi territorio.

Guadalupe Gomez. Foto: Sergio Manes

¿Sentís que el lenguaje desde el que abordás los temas es el jazz o percibís algo más en tu ejecución libre?

- El jazz está como una base de operaciones. Yo no toco jazz, en un sentido de género musical. Pero, sin embargo, lo que hago no lo puedo pensar sin el jazz. Quiero decir que el jazz está como concepto de fondo: una manera de elegir repertorio, una forma de encarar la versión, la posibilidad de improvisar sobre eso, reemplazar acordes, etc.

Me identifico mucho con el jazz en esas zonas, en la manera en que el intérprete y compositor se funden en el acto de hacer tu versión. Después, claramente, aplico procedimientos que no vienen sólo del jazz, sino que abarcan otras músicas tanto académicas y populares, si es que aún podemos hablar en esos términos.

¿A qué se debe el hecho de que toques poco en vivo y de manera espaciada?

- A que en estos tiempos hay más propuestas musicales que público (risas). Trato de concentrar la energía en pocos conciertos y armarlos de la mejor manera, en buenas salas, con piano, invitados. Que sean pocos, pero intensos, con repertorio nuevo.

Juan Sans. Foto: Gentileza.

¿Por qué elegiste a la cantante Guadalupe Gómez y al acordeonista Juan Sans, para este concierto?

- A Juan lo conocí musicalmente en un concierto de la Vivi Pozzebón, en Teatro Otilia de Tanti, muy cerquita mío, y apenas sonó su acordeón me dije “en el próximo concierto, lo quiero en el escenario”. Es un músico enorme y ese instrumento tan ajeno al rock le da una vida nueva a las canciones que haremos juntos. Un par de canciones de rock argentino en acordeón y piano. Una cosa nueva. Y Guadalupe es dueña de una voz tan hermosa que solo escuchándola dirán que no exagero con esto. Nos comenzamos a encontrar en distintos lugares, estábamos en órbita, y la tenía en la libretita de invitados. Cuando se confirmó el concierto, le pregunté. Y acá estamos. Con ella haremos un set ‘spinetteano’. Tenía más invitados pero, por agenda, no pueden estar.

Has tocado y grabado junto a figuras muy importantes de la música rioplatense como Hugo Fattoruso y Liliana Herrero. Tus discos han recibido buenas críticas en medios nacionales destacados. ¿Cómo vivís eso y este momento de tu carrera?

- Hugo y Liliana son dos genios. Y haber estado grabando con ellos y luego compartido escenario son de los momentos más hermosos de la vida musical. Hemos hecho música juntos, debatido, armado repertorio para conciertos.  Mucho aprendizaje, muy intenso. Ellos hacen una música de otro planeta, y fui invitado por un rato a ese otro lugar. Hermoso. Y en cuanto a la crítica: sí, ha sido generosa con mis discos y es algo que agradezco.

 


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