Este viernes organismos de derechos humanos, familiares de víctimas contra el gatillo fácil, movimientos sociales y políticos se movilizaron hacia Plaza de Mayo en reclamo de justicia por los cuatro adolescentes muertos en el trágico accidente que provocó una persecución y ataque policial en San Miguel del Monte. 

El lunes por la madrugada, el Fiat en el que viajaban Aníbal Suárez, de 22 años, Gonzalo Domínguez, de 14; Danilo Sansone y Camila López, de 13; y una chica de 14 llamada Rocío, se estrelló contra un camión con acoplado estacionado sobre la Ruta 3. El vehículo era perseguido a los tiros por efectivos de la Policía Bonaerense. 

"Los chicos no habían hecho nada y el móvil los perseguía", admitió el Procurador bonaerense, Julio Conte Grand. De hecho, se confirmó que uno de los menores muertos tenía un impacto de bala en un glúteo, según relató Héctor Bogliolo, fiscal general de La Plata. 

En ese sentido, Conte Gran aseguró que el proyectil que tenía en el cuerpo una de las víctimas salió desde el arma de uno de los detenidos y reafirmó que "sin los disparos no se hubiera producido el choque".

"No fue solamente un accidente. Hay una relación causal inmediata e ineludible; sin los disparos no se hubiera producido la colisión", sostuvo contundente el jefe de los fiscales bonaerenses en diálogo con A24.

Conte Grand señaló que el llamado al 911 que alertó el hecho "fue por el ruido de disparos y no por la persecución". Es por ello que están peritando tres casquillos que fueron entregados por vecinos que los habrían levantado en la zona.

También afirmó que están investigando los orificios que tenía el auto, para saber si corresponden a balas de arma de fuego: "La aproximación visual al vehículo permite determinar la existencia de al menos tres orificios que son compatibles con una perforación de proyectil".

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