Gustavo Alfaro, el hombre buscado por la dirigencia, oficializó desde México su salida de Huracán seis meses antes que venciera el contrato y dio así el penúltimo paso para convertirse en el reemplazante de Guillermo Barros Schelotto frente a Boca.

Este viernes a la noche, a través de un comunicado difundido en las redes sociales por la cuenta de Huracán, señaló: “En esta etapa de cierre de mi carrera, soy convocado a un proyecto deportivo, por el cual desearía atravesar. Sé que esto no fácil de entender o de aceptar cuando se analiza desde la pasión y no desde la razón. Sé que quedará gente dolida, defraudada o tal vez decepcionada”.

"A la gente le pido perdón, no les pido que me entiendan. Solo les agradezco cada voz de aliento en la tribuna, en la calle, en el banderazo, en esa frase que contextualizaba todo GRACIAS NOS DEVOLVISTE EL ORGULLO", manifestó Alfaro en una parte de la carta, dando a entender tal vez lo que sigue para él.

La carta de su hija

Luego de la carta del rafaelino, de 56 años, su hija también publicó un escrito en Instagram donde le demostró su apoyo.

"Me acuerdo cuando, de chiquita, te pregunté: 'Papá, ¿por qué esa bandera dice Alfaro traidor?' Y me contestaste: 'Porque renuncié al club de toda la vida para cumplir el sueño de dirigir en Primera'. Te vi volver escupido, con la cabeza abierta y manchado de sangre. Y me contestabas que así eran las pasiones. Una vez más, con lágrimas en los ojos, te digo: sos un caballero como pocos. Ojalá existieran en el fútbol argentino más hombres como vos. Me enseñaste que, para cumplir los sueños, a veces hay que sufrir un poco", escribió la joven.