Elecciones provinciales: se empieza a trazar el mapa definitivo para el 2019

Especial La Nueva Mañana

La sesión legislativa del miércoles 28 de noviembre terminó sin demasiados sobresaltos. Todos miraban a Buenos Aires. Entre el River-Boca y la Cumbre del G20, la atención parecía bien alejada del recinto que vive sus últimos días en el emblemático edificio ubicado en la peatonal capitalina. El bloque mayoritario había aprobado el proyecto que crea Historia Clínica Electrónica Única contando con el apoyo de opositores y sin ningún voto negativo; otra de las muchas buenas jornada legislativas de Unión por Córdoba.

Al caer la tarde, los máximos referentes del espacio fueron recibidos por Juan Schiaretti. La intención era darle cierre a uno de los temas más controvertidos en los últimos meses de la alicaída política cordobesa: la fecha de las elecciones.

Tal como lo confirmó a La Nueva Mañana el titular de la bancada de Unión por Córdoba, Carlos Gutiérrez, la iniciativa vino desde "el bloque" que "le pidió una reunión al gobernador porque la confirmación de la fecha se venía convirtiendo en una necesidad toda vez que la oposición nos acusaba de especular con esa herramienta".

La elección será el 12 de mayo, una fecha que tiene como objetivo principal alejar a los cordobeses de la problemática nacional y concentrar su atención en la realidad provincial a la hora de elegir las autoridades que ocuparán los espacios de decisión entre el 2019 y el 2023.

Las críticas

La fecha elegida y anunciada quedará fijada luego que el miércoles 12 de diciembre, la Unicameral suspenda -por única vez- el artículo 44 del reformado Código Electoral Provincial que establece los plazos para la convocatoria a elecciones.

Para el radical Javier Bee Sellares,"es totalmente desprolijo modificar el Código Electoral dos veces en un año para adelantar un mes las elecciones. Unión por Córdoba va a hacer todo lo que tenga que hacer para tratar perpetuarse en el poder". La reacción opositora fue unánime y fueron los integrantes de la alianza Cambiemos los principales críticos a la decisión del gobierno provincial. Ramón Mestre comparó al gobernador con "el presidente de la Conmebol" y Mario Negri advirtió que la jugada electoral le parecía "una vergüenza".

Según dijo Bee Sellares al ser consultado por La Nueva Mañana, "lo criticable es que el gobierno modifica permanentemente las reglas del juego y acomoda el panorama a su conveniencia, en este caso eso responde a una reacción desesperada para evitar que la oposición esté en condiciones de dar la discusión política que necesita la provincia".

Para Andrés Daín, director de la consultora JWC, "resulta muy difícil afirmar que la decisión cambia el panorama porque la discusión electoral no tenía una forma demasiado clara. A partir de ahora los tiempos se van a acelerar y las definiciones van a empezar a dibujar el mapa".

En su análisis, si se piensa un esquema con dos grandes grupos electores que podrían identificarse como el espacio peronista y el espacio Cambiemos, ninguno de los dos había logrado resolver los dilemas que todavía hoy se ponen en juego entre sus lineamientos internos; la unidad para los unos y la unificación de criterios para definir un candidato para los otros.

"Unión por Córdoba nunca buscó un consenso. Siempre ha gobernado a los empujones según lo necesitaron sus intereses", dice Carmen Nebreda, legisladora de Córdoba Podemos. "Ponen la elección esa fecha porque, así, se desguarnecen las posibilidades de organización de otros sectores. Para eso modifican una ley que ellos mismos plantearon. Es lógico que alguien tome las decisiones más convenientes para su fuerza política, pero con este tipo de prácticas estamos perdiendo institucionalidad", contó.

Para Nebreda, la premisa de separarse de la elección nacional responde a una lectura que el oficialismo hace en torno al rumbo de la economía nacional. "Yo no creo en la magia que indica que vamos a salir de una inflación del 50% y vamos hacia una situación equilibrada. Que ese malestar no se traslade a Córdoba también es una variable que están exponiendo con esta decisión", advierte.

"Sería bueno que la oposición alguna vez nos vote algo y que salga de esa práctica en la que dice una cosa y hace otra. Esta es la misma oposición que a nivel nacional nos pide que acompañemos los proyectos del gobierno en pos de la gobernabilidad, pero acá se opone todo el tiempo", aseguró el legislador por el Partido Justicialista Carlos Gutiérrez.

Y agregó: "Nosotros votamos el Presupuesto, no se nos caen los anillos por votar las cosas que consideramos que debemos votar a pesar que sean impulsadas por un gobierno de un color político distinto. La oposición en la Legislatura tendría que mirar eso y actuar de otra forma. De todas maneras, entiendo que están cumpliendo su papel en esta historia, por eso critican". Para Gutiérrez, "es facultad del gobernador fijar la fecha y nosotros vamos a respetar esa decisión".

"Schiaretti y De la Sota se han cansado de cambiar las reglas electorales", afirma la legisladora del Frente de Izquierda, Laura Vílchez. "Nosotros siempre queremos discutir las normas electorales pero apostando a modificaciones de fondo. La democracia argentina tiene un nivel de degradación impresionante, con herramientas como el veto que permite ir en contra de la voluntad de las mayorías cuando se votan leyes que van a favor del pueblo. El poder político provincial tiene esas características y para cambiarlo hay que modificar profundamente el sistema", señala.

Vílchez afirmó que "la jugada de Schiaretti es parte de su acuerdo con la conducción nacional de Cambiemos. Él quiere asegurarse ganar la provincia para seguir teniendo las condiciones óptimas para negociar con un debilitado segundo gobierno de Cambiemos o con un probable gobierno del peronismo unificado en el que tratará de tener un papel determinante".

El mapa

A la decisión de Unión por Córdoba le siguieron una serie de anuncios que empezaron a trazar el mapa electoral definitivo para el territorio provincial. Se espera que alrededor de 240 municipios y comunas gobernadas por el peronismo convoquen a elecciones locales para el mismo 12 de mayo y, mientras Mestre decide guardar la carta de la convocatoria local, logró que los titulares de los cuatro partidos que conforman la alianza en Córdoba fijen comicios internos para elegir candidatos el próximo 24 de febrero.

Para Bee Sellares, que también se anota para intentar gobernar la capital, "el mecanismo democrático es el que permite que todos participen de la misma manera y que todos los cargos se pongan a consideración". "Hubiese sido más delicado si algunos de los sectores que participan se hubiesen sentido perjudicados por una decisión que se pudo haber tomado, por ejemplo, de una manera unilateral. La idea es tener una campaña constructiva y sin votos bajos que ordene el día de la elección y al otro día todos los sectores se encolumnen detrás de la propuesta de Cambiemos para gobernar la provincia".

La mirada sobre la decisión de Cambiemos se termina por definir, en gran parte, por la caída de la imagen presidencial que puede tener su espejo en los candidatos de su espacio en territorio cordobés. La imposibilidad de traccionar votos "a favor" por parte del propio Macri fue desvaneciendo la idea de que sea él quien elija el candidato a la gobernación. La idea de un acuerdo con Schiaretti también incorpora al Presidente en el cálculo local, aunque desde una perspectiva diferente.

Siguiendo la línea de ese posible acuerdo tácito entre el gobierno de Córdoba y la administración nacional a la hora de fijar la fecha de las elecciones mediterráneas, no parece alocado pensar en la presencia de sectores nacionales con peso específico dentro de la estructura Cambiemos que hayan hecho fuerza a favor de la interna pensando en un desgaste en la discusión que termine por favorecer las intenciones reeleccionistas del gobernador.

"Si uno ve las encuestas en profundidad, se da cuenta que al schiarettismo le resulta mucho más difícil pescar votos entre el kirchnerismo provincial que entre los electores que en primera instancia optan por Cambiemos", señala Daín. Al proyectar las tendencias, uno puede imaginar una "fuga" de votos en ese sentido que puede convenir a Unión por Córdoba sin preocupar demasiado al Presidente de la Nación.

Más allá de eso, Daín piensa en explicaciones que no terminan en la elección, sino en los cuatro años por venir que el hoy máximo referente de Unión por Córdoba proyecta para el territorio mediterráneo. "Schiaretti primero cobra y después paga. La racionalidad política más elemental indica que el cordobés adelanta su elección, acuerda algunas cosas con Macri hasta llegar al final del mandato y luego negocia - más o menos - en la elección nacional", señala a La Nueva Mañana.

La sospecha más fuerte del Doctor en Ciencias Políticas cordobés "es que Schiaretti encuentra en Macri el interlocutor nacional más legítimo entre todos los que aparecen en las primeras líneas nacionales, incluso por sobre sus propios compañeros de partido".

"Los que piensan ideológicamente parecido a él -Massa, Urtubey, Pichetto- se están peleando entre sí y Schiaretti se siente mucho más cómodo con Macri que con Cristina, no hay que forzar nada para darse cuenta de lo que estoy diciendo. El cálculo, entonces, resulta simple: Schiaretti le paga a Macri obturando el crecimiento de Cristina en Córdoba, que es algo que claramente le preocupa al Presidente de cara a la elección nacional", advierte.

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