Recuerdos de Javier Villarreal, de Talleres al Mundial Sub 20

El volante es el último caso de un futbolista que militando en un club cordobés llegó a disputar una Copa del Mundo con Argentina. Fue en el campeonato de Nigeria ’99.

Ed Impresa 28/04/2023 Federico Jelic Federico Jelic
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Aquel equipo de Pekerman en la Selección Sub 20 en el Mundial de Nigeria ’99. Foto: gentileza.

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La ilusión de que el defensor juvenil de Talleres Tomás Palacios pueda ser parte de la Selección argentina Sub 20 que representará al país en el Mundial a realizarse precisamente en nuestro territorio enciende esperanzas y nostalgias, ya que no es fácil tener un embajador siendo de un club del interior. Y precisamente el último antecedente cordobés con esa conquista también fue albiazul, en la Copa de Nigeria ’99, con Javier Villarreal incluso de titular, en un certamen que no tuvo un final feliz pero con el orgullo de que Córdoba tenga un aporte sideral en el equipo que dirigía José Néstor Pekerman. 

“Sigue siendo de mis máximos orgullos”

Pero claro, lo desconocido, lo precario y lo exótico del país africano en infraestructura hizo que por momentos, el torneo sea casi una tortura, en el buen sentido de la palabra: calor extremo, encierro hermético, alimentación e hidratación rigurosa y mosquitos le dieron forma a un ambiente en el que nunca fue fácil adaptarse. Sin embargo, nadie le puede quitar ese orgullo a Villarreal (44 años), que recuerda ese certamen con honor. “Sigue siendo de mis máximos orgullos como futbolistas. Ser citado por Pekerman, jugar con monstruos como Cambiasso, Galetti, “Pocho” Insúa, “Rolfi” Montenegro y Duscher entre otros y de repente ser titular en un mundial defendiendo la camiseta de tu país es algo impagable. Todavía conservo la camiseta, mis hijos la usaron durante todo este mundial en Qatar cuando salimos a festejar y para ellos es hermoso que su padre haya vestido estos colores”, comenta Villarreal con nostalgias. Tuvo pasos por Talleres, Belgrano, Boca y Cerro Porteño de Paraguay, entre otros.  

“Terminé siendo titular. Había perdido el puesto luego del Sudamericano y un torneo en Uruguay por una lesión pero después pude recuperar el lugar. De hecho ante México, cuando quedamos eliminados, tuve un remate desde afuera del área que el arquero me sacó, se metía en el ángulo. Todavía lo lamento. Fue un torneo atípico, raro, lamentablemente no nos salieron las cosas como imaginamos”, siguió contando Villarreal sobre la producción de Argentina en ese torneo, campaña que incluye un triunfo ante Kazajstán (1-0), derrota con Ghana (1-0) y empate con Croacia sin goles, para clasificar como mejor tercero y caer ante México 4 a 1 por Octavos de final. 

5 Futbolistas estuvieron en el Mundial Sub 20 mientras jugaban en equipos de Córdoba: Gustavo Paredes y (Instituto) y Juan José Urruti (Racing) en Australia ’81; Oscar Dertycia (Instituto) y Ariel Moreno (Talleres) en México ‘83 y Villarreal (Talleres) en Nigeria ’99. 

-La preparación y el entrenamiento fueron complicados… 

-Muy complicados. Recuerdo que nos tuvimos que poner casi 10 vacunas para viajar, hicimos escala en Francia unos días y después a África. Yo había salido una vez del país, a Uruguay, y me encontré con otro mundo. Nos pedían desde el plantel que no tomemos agua nunca de la canilla para evitar diarreas y malaria. Nos teníamos que lavar los dientes con agua mineral y nos pedían que nos duchemos con la boca cerrada. Ni hablar del centro de concentración y entrenamientos. Comíamos mucho pollo con arroz.  

-¿No tenían ningún lujo? 

-No, para nada, era como un centro preparado especialmente para el evento. Yo compartía habitación con Fernando Crosa. Era entrenar, comer y volver a las habitaciones. Te juro que ese ritmo, de encierro permanente, te va llevando a deprimirte. Es como que no sabés qué pasa en el mundo, estábamos aislados y nos comentaban los policías que todo era muy peligroso. Había calles con granza y piedras, vi mucha pobreza. Ir a cada entrenamiento era un operativo de seguridad impresionante. Nunca apagamos el aire acondicionado en todo el torneo. El aire era un infierno. 

-¿Qué pasó en el torneo? 

-Creo que no pudimos aprovechar para hacer más goles en el primer partido y después nos costó mantener el ritmo que habíamos logrado en el Sudamericano. Ese equipo venía de ser campeón en Malasia, sin embargo yo creo que no nos adaptamos al clima. Era un contexto raro, nos hablaban de que había golpes de Estado y muchos conflictos políticos afuera. Recuerdo que en los entrenamientos siempre había mucha gente mirando. Había mucha pobreza. Nos sentíamos acompañados. Una vez se escuchó un ruido tremendo y la policía empezó a repartir palos y gases a toda la gente. Fue chocante ver cómo los corrían. Había hasta un tanque.  

-¿Mantenés relación con alguien de ese plantel? 

-Sí, con el “Pirulo” Rivarola (Rosario Central y Colón), nos escribimos seguido, hicimos una linda relación. Con el resto la fui perdiendo pero si nos cruzamos, nos saludamos, todo bien. 

-De todas maneras, la experiencia de representar a Talleres y a un equipo de Córdoba en un Mundial es inolvidable. 

-Sin duda, y más en esa época. Yo debuté con Talleres a los 17 años y a los 18 estaba citado por Pekerman, jugando en la B Nacional. Me parece que eso le da más valor a la convocatoria. Pekerman es un maestro, de lo mejor que tuve.  

-¿Arrepentido de haberte retirado? 

-No, ya tenía 35 años, la rodilla no me dejaba en paz y no iba a rendir lo esperado. Me fui con el equipo ascendido, feliz, sin deudas pendientes.  

-¿Vas a la cancha a ver a Talleres? 

-No, porque muchas veces tengo compromisos asumidos y tengo otras actividades. Y a decir verdad, solo voy cuando mis hijos me lo piden. A mí no me gusta pedir entradas, me pone incómodo, no quiero molestar. 

-O sea, ¿tenés dos ascensos con Talleres y no te gusta pedir protocolo? 

-Sí, siento que es una molestia. 


“Ahora dirijo en la liga de San Francisco” 

Villarreal © altagracianoticias

A pesar de haber logrado dos ascensos con Talleres (98’ y 2013), Javier Villarreal va poco a la cancha. Actualmente dirige a Granaderos de las Varas, en San Francisco, luego de un paso por Deportivo Norte de su Alta Gracia natal, y siempre figura atento para dar una mano en algún club, sea en inferiores o primera. Pasó por Argentino Peñarol, las formativas de Boca y sigue en danza. “Estoy dirigiendo Granaderos de Las Varas, en la Liga de San Francisco, una linda aventura, contento. Y juego Fútbol 7 ahora con mis tres hermanos, el equipo se llama Arlequines. Juego de defensor ahora”, aclaró.

  

 

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