El dólar y los desafíos de una "economía de transición"

Los mayoristas e los importadores congelan sus operaciones al no tener precios de referencia. Muchos comercios también “desensillan hasta que aclare”.

Ed Impresa 23/08/2019 Facundo Piai
Lacunza Macri ©  NA

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Especial para La Nueva Mañana

El nuevo ministro de Economía, Hernán Lacunza, aclaró que durante su mandato de transición se abocará a “estabilizar el tipo de cambio”, paso imprescindible para que haya precios de referencia, puesto que sin ellos no hay “transacciones elementales de compra venta y después contratos a largo plazo, de ahorro o inversión”. El reemplazante de Nicolás Dujovne especificó que usarán las reservas del Central para defender el valor del dólar en torno a $ 60, “el tipo de cambio real más alto de los últimos doce años”, y que “no tiene sentido permitir una corrida irracional, para eso están las reservas”, explicó.

No obstante, hay algunas variables que pueden presionar al alza a la cotización del dólar en los próximos meses. Pese a la apertura del comercio exterior que se avizora desde que Mauricio Macri fue ungido presidente, las presiones no provienen particularmente por el lado de las importaciones, puesto que la caída de la actividad económica desalienta la demanda de insumos del exterior. En simultáneo, el precio elevado de la divisa norteamericana encarece las compras de bienes producidos en otros países. Inclusive, es de esperar un superávit comercial posibilitado por una caída en la importación, principalmente, con exportaciones en torno al promedio de los últimos años.

Hernán Lacunza, aclaró que durante su mandato de transición se abocará a “estabilizar el tipo de cambio”, paso imprescindible para que haya precios de referencia, puesto que sin ellos no hay “transacciones elementales de compra venta y después contratos a largo plazo, de ahorro o inversión”.

Pese a ello, los dólares de las cerealeras no aparecen en la cuantía que se esperaba. Según información del Centro de Exportadores de Cereales, durante el primer semestre del año, las acopiadoras de granos liquidaron por u$s10.718.584.145. La liquidación más baja de un primer semestre de la gestión de Cambiemos. Para encontrarnos con un desembolso más bajo que el acumulado hasta el 30 de junio de este año, debemos retrotraernos al primer semestre del año 2010. La baja liquidación se produce en un contexto de bonanza para el campo argentino, puesto que la campaña 2018/2019 mostró un crecimiento de área sembrada y un volumen de producción de commodities histórico, con exportaciones valuadas en más de 25 mil millones de dólares. Los datos duros ponen en evidencia el fracaso del decreto 893/2017 para lograr su cometido de “mejorar la previsibilidad financiera”. La normativa en cuestión eliminó el plazo que las acopiadoras de granos tenían para liquidar las divisas en el mercado único de cambios, generando así mayores márgenes para la especulación.

Guido Sandleris Banco Central @BancoCentral_AR
Guido Sandleris, presidente del Banco Central.

Mientras tanto, atraídos por las tasas elevadas, los plazos fijos en pesos acumulan la astronómica cifra de más de 1,5 billones, en su mayoría son depósitos a 30 días. Lo cual presenta una amenaza latente y constante a la cotización de la divisa norteamericana, puesto que, de no ser seducidos con un retorno que supere a la inflación prevista, los ahorristas e inversores pueden abandonar sus posiciones en pesos y refugiarse en el dólar. Esto significaría una estampida sobre los verdes con consecuencias en su cotización. Luego de la corrida cambiaria del lunes posterior a las Paso, los ahorristas no renovaron depósitos por más de 35 mil millones de pesos. Si bien esto significa un porcentaje minoritario del stock total de pesos en plazo fijo, marca una tendencia, y lo que no se renueva termina calentando la demanda de dólares, eventualmente. Al tiempo que también convalida aumentos de la tasa de referencia que tienen su correlato en la caída del crédito para la producción y el consumo.

Otro factor que también presiona sobre el mercado cambiario tiene que ver con los vencimientos de letras del Tesoro. Las Letras del Tesoro de la Nación (Letes) son títulos de deuda de corto plazo denominados en dólares estadounidenses emitidos por el Gobierno nacional para financiarse. El Tesoro Nacional emitió durante este año muchos de estos títulos en dólares, de modo tal que acumula vencimientos por más de 6 mil millones en los próximos meses, hasta fin de año. El próximo 30 de agosto vencen u$s1.050 millones; aquí, como en los sucesivos vencimientos, hay que atender si los tenedores de los títulos optan por renovar o hacerse del dinero. En consecuencia, hay un signo de interrogante sobre la estrategia de financiamiento del gobierno y sobre las repercusiones que las letras del tesoro pueden tener en las reservas del Central, que cayeron casi cuatro mil millones de dólares en una semana.

El antecedente de la última licitación de estas letras es poco auspicioso. Luego de la última corrida cambiaria, el gobierno apenas logró renovar el 43% de los vencimientos de Letes. De lo anterior se desprende que las reservas internacionales del Central, principal/única fuente con la cual desde el gobierno pretenden defender el tipo de cambio, se encuentra supeditada a eventuales demandas cuantiosas. Cabe señalar que esta contención del peso sufrió las consecuencias de la devaluación de la moneda china. Esta estrategia empleada por China para ganar competitividad externa afectó el rendimiento de los 130 mil millones de yuanes que conforman las reservas del Central. En otras palabras, el debilitamiento de la divisa china frente a la moneda norteamericana, hace que la máxima autoridad monetaria argentina adquiera menos dólares con los yuanes prestados.

Lacunza especificó que usarán las reservas del Central para defender el valor del dólar en torno a $ 60, y que “no tiene sentido permitir una corrida irracional, para eso están las reservas”.

A todo esto, queda por conocer el posicionamiento del principal acreedor del país (el Fondo Monetario Internacional) frente a las medidas económicas anunciadas por el Presidente luego de perder la elección primaria por amplio margen. Las mismas redundan en reducción del pago de ganancias, monotributo y contribuciones a la seguridad social, una rebaja del IVA para los alimentos y un bono para empleados estatales, entre otras. Lo cual significa una transferencia de más de $ 40 mil millones. Algunos especialistas advierten que esto implica un aumento significativo del déficit fiscal que rompería lo pactado con el Fondo. De ser así, estaría comprometido el sexto desembolso del Fondo (poco más de 5 mil millones de dólares pactados para septiembre). Mientras que otros señalan que las medidas anunciadas recaen sobre las arcas provinciales, principalmente, y tendrá poca relevancia sobre las cuentas nacionales.

Otro aspecto a tener en cuenta al analizar el tipo de cambio futuro tiene que ver con la inflación de los próximos meses. Se da por descontado que la devaluación post elecciones se hará notar en los precios, la pregunta es cuanto repercutirá y si la misma generará “atraso” en el tipo de cambio.

 

 

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