El obispo de San Luis prohibió la presencia de mujeres en los altares

Por decreto del Obispado dispuso mantener la costumbre litúrgica de aceptar sólo monaguillos varones para el servicio del altar.

País 02/11/2019 Redacción La NUEVA Mañana Redacción La NUEVA Mañana
Obispo. Pedro Daniel Martínez by El Diario de la República
“Los sacerdotes deben promover y formar niños y jóvenes varones para el servicio de monaguillos”., dice el decreto. Foto: gentileza El Diario de la República

El obispo de San Luis, monseñor Pedro Daniel Martínez, prohibió la promoción y formación de “monaguillas” en todas las parroquias e iglesias de la diócesis y dispuso por decreto del Obispado mantener la costumbre litúrgica de aceptar solo monaguillos varones para el servicio del altar.

En algunas iglesias y parroquias, varios sacerdotes habían formado a mujeres para que presten el servicio de “monaguillas”, lo que generó la molestia y el enojo del pastor de la diócesis, alentado por comentarios en las redes sociales de sectores conservadores de la iglesia católica apostólica y romana de San Luis.

Esta decisión del obispo Martínez se conoció este viernes y generó malestar en muchas mujeres que ya estaban prestando esos servicios en los altares.

Una de ellas declaró a Télam, pidiendo reserva de su identidad, que en la Iglesia Catedral varias veces pretendió leer alguna lectura en oficios religiosos fúnebres de familiares, y el párroco del lugar, padre Daniel Pérez, le respondió que las mujeres no podían estar en el altar realizando esa tarea.

El decreto del Obispado exhortó a los sacerdotes, tanto seculares como religiosos, a mantener la costumbre litúrgica que los monaguillos deben ser únicamente varones.

También expresa que “los sacerdotes deben promover y formar en sus respectivas jurisdicciones niños y jóvenes varones para el servicio de monaguillos”.

En el artículo 4 de su decreto, el obispo Martínez “reprueba en la diócesis de San Luis cualquier costumbre en contrario” a que los monaguillos deben ser únicamente varones.

Resalta Martínez que él “es el moderador, promotor y custodio de toda la vida litúrgica de la diócesis que le fue confiada”.

La diócesis de San Luis es una de las pocas o la única en el país donde la comunión debe darse en la boca y está expresamente prohibido que se entregue en la mano a los fieles.

Fuente: Télam

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