Si estaba en busca de algún argumento para empezar a diferenciarse del Gobierno nacional desde el punto de vista de la política pura, el gobernador Juan Schiaretti encontró en la torpeza de Juan José Gómez Centurión el motivo perfecto. A las declaraciones vertidas por el polémico director de la Aduana macrista, el mandatario provincial respondió con un: “la dictadura genocida, además de masacrar a 30.000 compatriotas, a quienes rindo mi homenaje, destruyó el tejido social y el aparato productivo de la Patria”.

Afirmación que hizo entre los primeros párrafos del discurso que marcó el inicio del año legislativo en la Unicameral y que dejó en claro que, en un 2017 con elección legislativa nacional, Schiaretti y el peronismo que representa, están obligados a desmarcarse de Mauricio Macri. Aunque siempre dentro de los carriles de la institucionalidad, palabra a la que también apeló el mandatario provincial en el discurso.

Pero la última dictadura no fue la única mención que utilizó el titular del gobierno provincial para marcar una distancia con la Nación; la pobreza, fue otro de los temas que esgrimió Schiaretti al señalar: “el año que pasó se volvió a una relación institucional correcta con el Gobierno nacional pero también fue en el que todos los argentinos nos enteramos que uno de cada tres habitantes está por debajo de la línea de pobreza”.

Programas sociales

Superada la distancia, el titular de El Panal se metió en la gestión y lo hizo con los programas sociales que tuvieron a su esposa Alejandra Vigo, en el primer plano de la transmisión ante cada detalle que concluía con un aplauso cerrado de las gradas ocupadas solo por militantes del peronismo cordobés.

En este aspecto, Schiaretti destacó las Salas Cuna y reivindicó el Paicor, organismo que sufrió un recorte el año pasado y fue motivo de críticas sobre todo del radicalismo. “En Córdoba a ningún niño le va a faltar la leche y ninguno se va a quedar sin aprender por falta de proteínas”, dijo.

Además, insistió con la asistencia a las víctimas de violencia de género –lo remarcó en varias políticas-, los boletos sociales, los programas de vivienda y dijo con respecto al asistencialismo vía tarjeta social: “logramos acabar definitivamente con el clientelismo político”.

Obra pública

Esta parte del discurso era esperada con especial atención, sobre todo por la demora en lo gasoductos anunciados hace un año y el rol de Odebrecht, una de las empresas adjudicatarias que sigue inmersa en el escándalo de corrupción más grande de Latinoamérica. Sin embargo, Schiaretti se limitó a decir “quiero reiterar ante ustedes que en este año, todos los ramales y gasoductos estarán en plena ejecución”.

Del resto de la obra anunciada hace exactamente un año, nada.

En tanto, si habló de la finalización de la Autovía Córdoba-Río Cuarto para este año, como así también de “dejar casi completa” la que une la ciudad capital con Jesús María. Asimismo, destacó la construcción de canales “en las zonas rurales afectadas por las inundaciones”, otro de los reclamos de los vecinos del este y sudeste que sigue sin ser solucionado.

Medio ambiente y un cruce con el Campo

Tal como lo había adelantado La Nueva Mañana, la política ambiental iba a ser una de las grandes protagonistas del discurso de apertura y así lo fue. El gobernador reclamó por más forestación y afirmó que “por ley, vamos a incluir tener forestado hasta un 5% de la superficie de los campos”. “No puede ser que en nuestra ‘pampa gringa’ no haya árboles. Hay que volver a forestar” cuestionó, apuntando al agro, además de reclamar el consenso para impulsar de manera definitiva la esperada y cuestionada Ley de Bosques.

Seguridad, la otra gran problemática

La sociedad cordobesa reclama que se vaya a fondo en contra de la corrupción policial. Sobre esto, Schiaretti dijo que “no hay fórmulas mágicas ni golpes de efecto que solucionen la problemática de la seguridad”. “”Nadie puede creer seriamente que poniendo más policías en la calle se resuelven los problemas. Esa es una parte”, agregó.

Más allá de esto, y tal como se preveía,  el gobernador anunció la creación de la nueva Dirección de Control de Conducta Policial y reiteró aquello de “delincuentes con uniforme” mencionado días atrás.

Así, dentro de estos carriles transitó el discurso de Schiaretti que amagó en el comienzo, intentando marcar fuertes diferencias con la Nación, pero que se terminó enredando en promesas repetidas y problemas que aún esperan solución.