París y las principales ciudades de Francia celebraron con algarabía la consecución del segundo título de campeona del Mundo. Mientras que en muchos lugares los festejos fueron en paz, en algunas zonas de París y Marsella los hinchas se enfrentaron con la Policía, que disparó gases lacrimógenos.

Este domingo París vive una noche muy larga. Mañana lunes, muchos franceses faltarán o llegarán tarde a su puesto de trabajo, y no es para menos. Francia se proclamó campeona del mundo en un partido excelente y París lo ha vivido desde el minuto uno. El gol de Mandzukic en contra abría la final y desataba la alegría francesa.

Pero fue el pitido final lo que hizo que los franceses celebraran con todo lujo el título. Todas las ciudades, celebraron el título galo en las calles y frente a los principales monumentos nacionales.

Como contraste, en la capital y en Marsella, los festejos terminaron en algunos disturbios con la Policía, que ante las corridas y actos de vandalismo, dispararon gases lacrimógenos contra la multitud que intentó dispersarse. Un escenario similar había ocurrido luego de la victoria ante Bélgica en semifinales, cuando se produjeron choques entre hinchas y efectivos cerca de la medianoche parisina.

Durante la noche del domingo en la capital, dejó de funcionar el servicio de metro y autobuses, mientras que 15 mil policías participaron del operativo que abarcó desde el Museo del Louvre hasta el Arco del Triunfo.

Asimismo, en otras localidades como Lyon, Nantes y Burdeos, la fiesta fue tranquila en las calles, con los bomberos incluso participando.

También en los departamentos de Ultramar miles de personas celebraron el triunfo, como es el caso de la isla caribeña de Martinica.

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