Mis viejos me trajeron un gorrito de Perú. Se habían ido con una bandera de Argentina a ver un
partido en el Mundial 78. Y en el Cható, el estado mundialista de Córdoba, la cambiaron con un
hincha peruano.

Aunque no lo crean, a veces uso ese gorro para cubrirme del frío. Dice AeroPerú, y está un poco desteñido.

Era el 3 de junio de hace exactamente cuarenta años, cuando hacia su estreno mundialista el
estadio, y Córdoba como subsede. Perú enfrentaba a Escocia, y Holanda a Irán. Los escoceses caminaban por Córdoba como si no hiciera frío. Los iraníes paraban en Carlos Paz, en el hotel Mónaco. Los otros se repartían entre el Crillón y el Nogaró. Los hinchas tomaban café en el “Sorocabana” para estar cerca de sus equipos. Un autógrafo era la selfie del momento.

Los cordobeses alentaban por Perú. Oblitas, Chumpitaz y el temible Teófilo Cubillas. Aún no había
pasado Malvinas, pero el corazón argentino siempre iba a tirar para los peruanos. Arrancan
perdiendo pero lo dan vuelta. Dos de Cubillas para el 3-1. El holandés Resenbrink le mete 3 a Irán y
se adelanta en la tabla de goleadores.

Se las hago corta: Perú gana el grupo 4 con 5 puntos, después de un empate ante Holanda y
ganarle a Irán.  Sí, empató con Holanda (después el subcampeón).

Cubillas que había metido dos, le hizo tres más a Irán y se convirtió en el goleador de la primera
rueda con cinco tantos. Y recién faltando 15 minutos para que se termine la Copa del Mundo de 1978, Mario Alberto Kempes mete el segundo gol de la final y le saca la posibilidad de ser el goleador del torneo al peruano.

Es linda la historia de Holanda. Se comió un baile con Escocia y pierde 3-2, empata con Perú y solo le gana a Irán. Clasifica por diferencia de gol: 2 contra -1.

Lección 1: en primera rueda hay que pasar. Los cajones se pueden acomodar después. (sino ver capítulo Argentina '90). Escocia jugaba muy bien. Los periodistas estaban tan enamorados de Cubillas como los escoceses de los bares. El pecado de Escocia fue regalarle a Irán el único punto que logró en el campeonato.
Un partido tan intrascendente como Irán-Escocia, si terminaba como todos pronosticaban, cambiaba toda la historia. Holanda afuera y un campeonato distinto.

Lección 2: Mirá todos los partidos porque todos son trascendentes.
Lección 3: Los latinoamericanos si vamos de banca, nos la creemos. Los periodistas, después de la
primera ronda, decían que Perú era candidato, clasificó invicto, tenía juego y al goleador. Perú no volvió a marcar goles. Se comió 3 contra Brasil, uno con Polonia, y los famosos 6 con Argentina. El campeón del mundo pronosticado se fue golpeado.

En ese entonces, él tenía 20 años. Ya había debutado en Boca. En 1981 Menotti lo lleva a un partido con Polonia, pero no lo lleva al Mundial 82. En cancha de River, marca el gol agónico que clasifica a Argentina al Mundial '86.

El "Tigre" no juega en el Mundial 86, al igual que Perú. 36 años después, Gareca lleva a todos los
corazones peruanos a soñar con ser campeones del Mundo.