Tras dos días en que los agentes de la Inspección Técnica Vehicular no aprobaron la verificación porque el personal de las plantas consideraba al polarizado como “falta grave”, la Municipalidad de Córdoba informó oficialmente que se ordenó a la concesionaria que se dé marcha atrás con la medida y que se lo vuelva a considerar “falta leve”.

Durante dos días, los inspectores trataron de hacer cumplir el decreto reglamentario de la Ley Nacional de Tránsito, que sólo admite el 30 por ciento de la tonalidad y controlaron con maquinaria especial si la tonalziación de los vidrios era la permitida.

Raúl Alonso, titular de la Policía de Tránsito, había comentado ayer que la tonalidad de los polarizados se “mide de acuerdo a lo que nos indica la ITV, medimos el grado de polarización, y los no permitidos son emplazados”.

Sin embargo, la resolución municipal argumenta que no hay equipamiento para medir el porcentaje de tonalidad de los cristales.

Ayer, varios conductores expresaron su disconformidad cuando, al concurrir a realizar la ITV, eran emplazados por 60 días para retirar las láminas polarizadas. Desde Inspecentro, concesionaria del servicio, manifestaron que la medida provocó enojo y protestas.