Pasó de resistido a ser reconocido en menos de 90 minutos y por una fortuita y accidental causa del destino. Matías Catalán, uno de los abonados a los silbidos por la hinchada de Talleres desde que inició la temporada, logró la aprobación general en el duelo ante Universidad Católica de Chile por Copa Libertadores, por su adaptación a un nuevo rol en momentos decisivos, al servicio del equipo. Y ahora muchos lo proponen para que siga en el equipo de titular, aunque de zaguero central y no de lateral derecho, su puesto natural.

Es que a raíz de la lesión de su compañero de defensa Ramiro González Hernández, el DT Pedro Caixhina, quien lo conoce desde el fútbol mexicano, lo improvisó de zaguero, incluyendo a Gastón Benavídez de lateral. Es decir, lo corrió hacia el centro de la zaga  a los 12 minutos en un partido de Copa. Y respondió.

No solo supo cerrar espacios, hacerse fuerte en el juego aéreo sino que casi mete un gol de cabeza y tuvo un remate en el palo en el complemento. Pero luchando con Zampedri y Gutiérrez, también cumplió, al punto que fue uno de los más destacados del partido y el hincha se lo reconoció.

De lateral tuvo varios partidos sin mucha suerte, a tono con el funcionamiento general del equipo, donde pagó las consecuencias casi más que el resto.

De esta forma, Catalán se posiciona también por encima de Francisco Álvarez y a su vez le da alivio al DT para que Enzo Díaz sea lateral izquierdo. Quedará en Caixinha ahora definir si será zaguero o lateral derecho pero al menos aprobó su examen jugando de "2" y no en su función habitual.