Ya pasaron 127 días desde que Rafael Nadal jugó su último partido oficial en los octavos del Open 500 de Washington con derrota ante Lloyd Harrys.

Desde entonces atravesó  un tratamiento al que se sometió para intentar solucionar una enfermedad congénita en el pie, la bautizada como Müller-Weiss. 

Nadal continúa en su recuperación y es por ello que disputará la exhibición de Abu Dabi (16 al 18 de diciembre), el test definitivo para saber si viajará después a la gira por las antípodas. 

Si no se resiente de las molestias en el pie jugará un torneo en Melbourne (4 al 9 de enero) como antesala del Open de Australia, que empieza el 17 del mismo mes en la misma ciudad y en las mismas pistas.

Nadal, según recomendación médica, quería un aumento progresivo de las cargas de trabajo y también en la intensidad de sus partidos. No son las mismas las frenadas y los cambios de ritmo en un partido que en una sesión preparatoria.

Por eso prefirió reaparecer en el circuito en un Open de categoría 250 antes que hacerlo en la ATP Cup donde desde el primer día hubiese tenido que medirse a jugadores top.

En Melbourne, a dos semanas de dar inicio el primer grande, tendrá a Reilly Opelka (26) y Grigor Dimitrov (28) como rivales mejor clasificados en las listas.