Sin tanto brillo, aguantando y resistiendo pero sin sufrir grandes sobresaltos pero con apenas una pincelada de Ángel Di María, Argentina quedó a un paso de clasificar al mundial de Qatar 2022 tras superar en Montevideo a Uruguay por 1 a 0, por Eliminatorias Sudamericanas.

Un partido donde supo trasladar la responsabilidad luego de entrar en ventaja y después administró la pelota y las emociones para sumar tres puntos de oro, en la antesala del duelo con Brasil. 

Y eso que Lionel Messi fue suplente, para conservar el aspecto físico. Uruguay también tuvo bajas importantes como Cavani, De La Cruz y Coates, entre otros, pero lo mismo asumió el partido con hombría en el estadio de Peñarol, pero Argentina parece no tener fin con este viento a favor y sigue creciendo, incluso sin jugar bien. 

Claro está, Argentina golpeó primero y sacó réditos en tranquilidad y confianza ante un Uruguay que quedaba fuera de la zona de clasificación y repechaje. Dybala robó una pelota a Piqueréz y combinó con Di María, que en apenas un cuadrado metió un zapatazo con rosca abriendo el pie a los 7 minutos, inapelable para Muslera, y a cobrar.

A partir de ahí trasladó la obligación al local, se refugió en su campo pero sin rifar la pelota y el partido se convirtió en una sucesión de intentos invariables pero sin claridad como para empatar. Y cuando logró cruzar la infranqueable línea de Cristian Romero y Marcos Acuña, apareció Emiliano Martínez, con dos tapadas magistrales (a Nández y a Vecino) y un remate en el palo de un impotente Luis Suárez. 

Es cierto que el local después se lo llevó puesto, lo presionó forzando errores y no lo dejó respirar, pero nunca dio la sensación de superioridad que el contexto motivaba. La salida no era clara para el equipo de Lionel Scaloni, pero De Paul se hizo cargo de la salida, con errores y aciertos, con lo bueno y lo malo, pero sin poder el equipo aguantar la pelota luego de pasar la mitad de cancha. 

Tabarez dispuso de los ingresos de Álvarez Suárez y Gorriarán como para exigir más, no obstante, más allá de que por cantidad de acciones mereció empatar Uruguay, tampoco es que contó con chances clarísimas.

Ya Argentina a esa altura defendía atrás, no conseguía sorprender y se fue conformando con el resultado, entregando la pelota y cediendo terreno, como confiando en la cosecha lograda. Entraron los Correa (Joaquín y Ángel) y tampoco lograron aguantar la pelota, Alejandro Gómez aportó esa cuota de explosión y algo de tenencia pero no hubo progresos ni siquiera con el ingreso de Lionel Messi, que pareció más una estrategia para calmar sus ansiedades y ganas de jugar que una movida táctica.

Partidazo del "Cuti" Romero y también de Molina. Uruguay se fue resignando y regala una derrota que pueda costar caro con el sueño de Qatar 2022. Argentina en cambio, está a un peldaño y suma autoestima para el gran duelo ante Brasil, el martes en San Juan.