Un torneo para el olvido el que está transitando Instituto está temporada de la Primera Nacional. Pero nadie olvidará el golazo de Joaquín Molina.

En Alta Córdoba, los dirigidos por Claudio Sarria y Daniel Jiménez empataron por 2-2 ante Brown de Adrogue, en un partido que tuvo de todo.

No pasaba nada. Era un partido apático. Sin jugadas claras, y pocas llegadas a los arcos. Aburrido, en fin. Hasta que a los 21 minutos penal para la visita. Y gol de Facundo Bruera.

Los hinchas comenzaron a cantar en contra de los jugadores. La mala campaña y el rendimiento ante Brown generaba que el nerviosismo pasara a ser parte importante del juego. Y los cánticos continuaron... porque a los 26 minutos, otra vez Bruera, está vez de cabeza, amplió la diferencia ante una pasividad alarmante de la defensa albirroja.

A los 47' descontó Rodrigo Garro, de penal. Y le dio vida a la Gloria.

Sin dudas que le dio vida. Porque el complemento fue otro.

A los 31 segundos gran jugada de Mazur, remate de Cuello, y Ríos ahogó el grito de gol con una atajada increíble. Y a los 4' otra vez Ríos fabulosamente le tapó una volea a Molina. Instituto mostraba otra intención, y hacia figura al arquero del elenco de Adrogue. Otro Instituto, otro partido.

Pero con el correr de los minutos, el visitante le encontró la vuelta a ese vendaval de intenciones albirrojas. Y quedó en intenciones.
La Gloria ganaba mucho con las proyecciones de Mazur. Pero los entrenadores lo cambiaron por Endrizzi, que casi no se proyectó jamás. 

A los 47. Si, otra vez a los 47. Joaquín Molina clavó un golazo espectacular de chilena. Golazo para un empate justo, porque ese gol valió por mucho. Un golazo para no sentirse tan mal por el andar del torneo. Un golazo para recordar.

Sobre el final Jorge Carranza tuvo un atajadón tremendo, acorde con el golazo de Molina.