Especial desde Buenos Aires

La Selección Argentina continúa en su luna de miel y con el romance intacto con su gente, a la que le dedicó el triunfo 1 a 0 ante Perú, por Eliminatorias Sudamericanas, para avanzar más al objetivo de llegar al Mundial de Qatar 2022, que ya figura casi al alcance de la mano. 

El Monumental de Núñez vibró al ritmo de Messi y un De Paul que cada vez más agiganta su influencia en el equipo, pero antes del festejo hubo un nudo en el primer tiempo que a Argentina le costó mucho desatar. El planteo de Perú con su DT Ricardo Gareca fue muy escalonado, con un esquema 4-1-4-1 que no le dejó respiro a los creativos. Un Perú devaluado, con muchas ausencias y sin sus figuras, pero que lo mismo fue un duro escollo.

De hecho las progresiones en juego eran por la derecha con Ángel Di María y por el centro, pero rara vez por la izquierda. Es que el cordobés Nahuel Molina parecía cumplir más la función de señuelo para llevarse marcas y abrir la cancha que para profundizar el juego.  

La más clara había resultado ser un remate de Lapadula de tiro libre que contuvo Emiliano Martínez. En esos pasajes se escucharon los primeros elogios a Cristian Romero en un cierre para evitar que la pelota se fuera al córner, con un tibio "olé, olé olé, Cuti, cuti" que bajó desde la tribuna. Y cuando el partido más se complicaba, la opción nunca buscada por derecha, trajo soluciones: centro a la carrera de Molina, cabezazo de Lautaro Martínez y a cobrar. Restaban cuatro minutos, el partido se abría y la historia fue otra. Y con un gol como "9" de área que tanto se le reclamaba al "Toro". 

En el complemento Gareca mandó a la cancha a Jefferson Farfán y en la primera que tuvo fabricó un penal ante el mínimo contacto forzado con Martínez. El grito de "el dibu se lo come" de la gente quizás amedrentó a Yoshimar Yotún porque su remate pegó en el travesaño y salió desviado, para que todo el estadio vuelva a respirar. 

Argentina mostró otras facetas primero para sacar ventaja ante un cerrojo pétreo como el que propuso Perú y después se floreó con solidaridad, compromiso, toques de primera pero sin dejar de buscar progresos con la pelota. Y con ese espíritu la "Scaloneta" ya tiene más de medio boleto para Qatar 2022, para la alegría del público que cada vez se siente más identificado con el equipo.