Talleres se acomodó a las circunstancias en un complejo partido y logró empatarle  1 a 1 a un  Newell´s que quedó muy necesitado, por la 4° fecha de la  copa de la Superliga. Resultado con valor agregado por la expulsión de Juan Méndez en el primer tiempo, como acto casi heroico.

Lo más destacado de Talleres fue su vocación de no resignarse y reinventarse ante los obstáculos y con un hombre menos. Allí sacó lo mejor el equipo de Alexander Medina, que sigue invicto y a un paso de la clasificación.

Una reacción a puro corazón pero sin perder el concepto del juego fue la acción del empate de Talleres con los pies de un incansable Tomás Pochettino. Faltaban 15 minutos para el final,  la "Lepra" ganaba sin dominar pero tampoco apuntó a liquidarlo. Eso fortaleció a los de barrio Jardín.  Y en uno de los más difíciles pasajes del partido, se armó una combinación con Diego Valoyes y un inspirado Ghilerme Parede, para quedar mano a mano y rematar al gol.

Antes de eso el panorama venía con nubarrones tras la irresponsable expulsión de Juan Méndez. Lo peor de Talleres  fue la improlija desconcentración al amanecer del partido. Iban tres minutos y Maxi Rodríguez  quedó mano a mano con Caranta en un retroceso defectuoso, con los zagueros muy abiertos,  en desprotección total de su arco. Y en esa primera mitad pudo llegar a la igualdad, aunque Fragapane envío su remate por arriba del travesaño.

Lo mejor fue la reacción y la voluntad de ir a buscarlo. Un triunfo ante Lanús lo deposita en la próxima instancia, pero lo rescatable fue la enjundia de Pochettino, el sacrificio de Enzo Díaz y la garra de Navarro. Como para seguir ilusionado.