Abril es una joven de 20 años que fue victima de abuso sexual de parte de su progenitor, el mismo que violentó a su mamá, Ivana Rosales, sobreviviente de un femicidio. Ella es la protagonista de “Gotas de lluvia”, un documental dirigido por Susana Nieri, que se encuentra en etapa de post-producción, y cuya fecha de estreno esperada es el 25 de noviembre, día internacional de la eliminación de la violencia contra las mujeres, pero que podrá verse este jueves 10 de septiembre en Cinear.

El nuevo documental es la secuela de “Ella se lo buscó” (2013), que tiene como protagonista a Ivana Rosales, cuando sus dos hijas Abril y Mayka  vivían. Hoy sólo sobrevive Abril, convertida en activista contra la violencia de género y protagonista de la pieza audiovisual que relata su propio padecimiento como víctima de abuso sexual infantil (ASI). La pieza está dedicada a la memoria de Mayka, que se suicidó.

En el año 2012 el marido de Ivana Rosales, Mario Garoglio, intentó asesinarla después de que ella le pidiera el divorcio. Garoglio la ahorcó hasta creerla muerta, la subió al baúl del auto para enterrarla en un descampado. La escuchó gritar, paró y le pegó un golpe en la cabeza con una piedra. Un vecino lo vio y alertó a la policía.  Garoglio se entregó: “Golpeé a mi mujer y creo que se me fue la mano”, dijo. La Policía encontró a Ivana en el baúl, la trasladó a un hospital de donde salió a los 45 días con secuelas irreparables.

En la película se reconstruyen los abusos que sufrió cuando era niña, junto a su hermana Mayka, por los que Mario Garoglio fue condenado a cuatro años de prisión. También aloja su presente de militancia en “Libertas, mujeres por la liberación.”

“Gotas de lluvia” cierra un corpus audiovisual en el recorrido de Susana Nieri como directora. Una trilogía que inauguró “El toro por las astas”, en la que aborda el embarazo adolescente, y continuó con “Ella se lo buscó”, centrado en la historia de Ivana, sobreviviente a la violencia machista y al maltrato institucional del Poder Judicial de Neuquén.

La Cámara Criminal Segunda de Neuquén condenó en julio de 2003 a Garoglio a cinco años de prisión por homicidio agravado en grado de tentativa. La pena, según publica La Marea, fue atenuada porque el fiscal consideró que la culpa en parte era de la víctima: “la historia de la víctima, su personalidad y actividad cuando era soltera y cómo fue sacada de la noche por el imputado. No fue una buena madre, ni una buena esposa”, sentenciaron. El violento nunca cumplió la pena, estuvo prófugo  hasta 2009.

Ivana no sólo fue re victimizada y estigmatizada por el estado mediante el poder judicial, sino que además perdió la tenencia de sus hijas. Cuando recuperó la tenencia inició con ellas un tratamiento psicológico a donde determinaron que las niñas habían sido víctimas de abuso sexual por parte de su padre. Garoglio fue declarado culpable  en 2012 de abuso sexual.

En 2005 la lucha por la búsqueda de justicia de Ivana, que se transformó en un ícono del feminismo en Neuquén, logró que el CELS presente su caso ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH).

La cineasta Susana Nieri decidió contar estos hechos en un documental que terminó sirviendo de prueba para la causa que se tramitaba ante la CIDH, y que la propia Ivana militó hasta el cansancio para visibilizar la injusticia.

En 2019, el Estado neuquino reconoció, tras firmar un acuerdo amistoso con el CELS, que le negó el acceso a la justicia a su madre, y se comprometió a aplicar medidas reparatorias para su familia. De esa familia la única que queda es Abril, quien espera que se cumpla la creación del  Centro de Protección Integral para víctimas de violencia de género “Ivana y Mayka Rosales”, entre otras cosas que le prometió el estado en este acuerdo “amistoso”.