El partido de la décima y última ronda del Super Rugby Aotearoa (Nueva Zelanda en idioma Maorí) que ya había consagrado campeón a los Crusaders hace una semana, entre los Auckland Blues y los Canterbury Crusaders del domingo, fue cancelado por brote de Covid-19.

El gobierno de Nueva Zelanda presidido por la primer ministro Jacinda Ardern implementó niveles de bloqueo que prohíben los eventos que tendrán lugar durante los próximos 12 días, siendo la excepción el partido Highlanders-Hurricanes de mañana sábado en Dunedin.

Es decir, el partido entre los Blues y los Crusaders que debía disputarse en el Eden Park de Auckland el domingo, está oficialmente cancelado, mientras que el partido los Highlanders y los Hurricanes de mañana en el Forsyth Barr Stadium de Dunedin se jugará sin público y a la tarde.

El director general de los Blues, Andrew Hore, resaltó: "Hace diez semanas nunca pensábamos que tendríamos competencia, y mucho menos con multitudes en los estadios. Obtuvimos nueve semanas de rugby increíble, con tres partidos en casa fantásticos y muchedumbres, para satisfacción de jugadores y patrocinadores’’.

Para el director ejecutivo de los Crusaders, Colin Mansbridge: "El Super Rugby Aotearoa fue demostración fantástica de unidad para todos los neozelandeses y si hubiera sido bueno terminar ante un lleno en el Eden Park,  la comunidad del rugby puede estar increíblemente orgullosa de lo que se logró colectivamente’’.

La hora de inicio para Highlanders-Hurricanes se anticipó de las 7.05 p.m. a las 3.05 p.m. (las 06:05 en Argentina), y se debe a que los protocolos de nivel 2 del rugby neozelandés acordados con el gobierno, los equipos deben entrar y salir de las ciudades donde se juegue, el mismo día para limitar la interacción pública.

Chris Lendrum, Gerente General de Nueva Zelanda Rugby: "Es fantástico que el partido Highlanders-Hurricanes se juegue como celebración final del Super Rugby Aotearoa y entendemos y apoyamos la decisión del Gobierno . Ambos equipos han jugado un rugby sobresaliente durante toda la competencia frente a multitudes’’.

Por lo que los Hurricanes y los oficiales del partido tomarán un vuelo chárter a Dunedin mañana por la mañana y regresarán a Wellington (distante 800 kilómetros al norte) el sábado por la noche. El partido va en directo y ahora se deben programar las próximas competiciones.

"Estamos decepcionados de que en el nivel de alerta 2 nuestros apasionados no puedan asistir ya que desempeñaron un papel importante en una competencia tan fantástica y sabemos que los jugadores extrañarán el apoyo de las tribunas el sábado por la tarde ", sentenció el director ejecutivo de Highlanders, Roger Clark.

Con ésta postergación por brote de Covid-19, el rugby neozelandés debe programar partidos, como el Norte-Sur en Eden Park del sábado 29 de agosto, la Copa Farah Palmer que comienza el próximo fin de semana y la Copa Mitre 10 que comienza el 11 de septiembre.

Mientras tanto, en el Super Rugby Australiano, la séptima ronda se disputó hoy con el triunfo de los NSW Warratahs sobre los Wester Force por 28-8 en el Cobus Super Stadium de Gold Coast en el noreste australiano, y  se completará  mañana con Queensland Reds-Melbourne Rebels en el Suncorp Stadium de Brisbane.

En Australia el gobierno, solamente tiene restringida por Covid-19, la región sur que abarca el Estado de Victoria y cuya capital es Melbourne, razón por la cual los Melbourne Rebels deben disputar todos sus partidos como visitantes en el norte de Oceanía.